Pide a la directora de la Escuela 182 de Mártires que deje asistir a sus hijos a clases

Silvana Gómez es oriunda de Buenos Aires, vive en Colonia Mártires junto a sus tres hijos y a su pareja y tiene problemas para escolarizar a sus niños. Hace un año y medio que Gómez llegó a nuestra provincia, y de ocupar una casa abandonada del Iprodha pasó a levantar una casita humilde con ayuda de los vecinos en un terreno de la zona -por culpa de la crisis-. Hasta le pidieron asistencia al intendente de Mártires sin éxito.

Mi marido vive de changas, de la tarefa, y yo cobro la Asignación Universal por Hijo, hago bollos, vendo ropa, lo que sea para que a mis hijos no les falte nada; pero nos resulta imposible pagar un alquiler, por eso construimos esta casita con ayuda de los vecinos que siempre nos dan una mano. El gran problema que tenemos es que los chicos no están escolarizados porque la directora de la Escuela 182, Lucía Luna, no los quiere recibir porque en el colegio de Luján, al que iban no me entregaron el pase de mis hijos de 10, 7 y 5 años”,

explica al diario Primera Edición. La madre insiste en que solo le pide a la directora “que les permita asistir a clases, aún cuando por una cuestión institucional no pueda darles un certificado. Es importante que no pierdan este año también”. Además, al no estar escolarizados, la mujer corre el riesgo de que le suspendan la Asignación Universal por Hijo.

Desde que vinimos de Buenos Aires intenté inscribir a mis hijos para que no pierdan la escolaridad, le pedí a la directora que llamara a la escuela de Buenos Aires y solicitara el pase de uno al otro establecimiento; pero me respondió que no era su obligación, y que yo tendría que viajar a buscarlo. Con ese argumento estuvo dando vueltas todo el tiempo, hasta que este año, le insistí tanto que decidió comunicarse, pero sólo logramos que la responsable del jardín de infantes de mi hija más chica enviara el pase por mail”,

Ahora queda pendiente que los directivos de la escuela manden la autorización de los hijos más grandes, y ante el pedido de la madre que los reciba igual para que no sigan perdiendo el año, la directora no aceptó. Con esta negativa los hijos de Silvana estar sin poder cursar quinto y segundo grado. Por el momento únicamente la más pequeña está concurriendo a la sala de cinco años en el jardín de infantes.

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