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La cúpula de la UCR de Misiones se dividió por el caso de alcoholemia positivo de Fonseca
El comité provincial se dividió entre el pedido de renuncia o el otorgamiento de licencia al contraventor. Pero éste se decidió por un lapso de reflexión para definir qué hará. El desliz ocultó la discusión de fondo en la UCR, como su futuro ante el avance de sus socios del PRO sobre estructuras y hombres propios.
POSADAS. El comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR) de Misiones se reunió ayer en forma reservada, tras el impacto que provocó el caso de alcoholemia positiva que protagonizó su presidente, Francisco Fonseca.
Tanto en el interior de la centenaria fuerza política, hoy absorbida por el PRO en el frente Cambiemos, como hacia afuera de la misma, el desliz del jefe del radicalismo provincial provocó un sacudón ante la proximidad de las elecciones que se realizarán el 22 de este mes.
Si bien Fonseca no está postulado para ningún cargo en los comicios de medio tiempo, todas las fichas de la alianza PRO-UCR ya lo ubicaban en un lugar expectante para 2019, como podría ser en la integración de una fórmula gubernamental compartida.
Pero los 0,96 gramos de alcohol en sangre que le detectaron en Eldorado, prácticamente habrían echado por tierra las expectativas políticas del joven concejal de Posadas, al punto que hasta lo dejaron al borde de la salida de la conducción partidaria.
De acuerdo con fuentes de la UCR, los integrantes del máximo órgano de Gobierno se reunieron de urgencia para analizar la actitud de su presidente y las repercusiones, al parecer conminados por sus socios a tomar alguna decisión pública.
Si bien los “amarillos” carecen de autoridad para censurar las conductas como las de Fonseca, ya que entre sus filas también cuentan con reconocidos personajes que están lejos de ser abstemios, aprovecharon el incidente de nada menos que el presidente de la UCR para mostrarles quién manda.
En ese contexto los integrantes del comité, con la presencia del cuestionado Fonseca, navegaron entre su renuncia o el otorgamiento de licencia, aunque todo transcurrió como una reunión de amigos, en la que un desubicado hasta ofreció una cerveza y recibió un mirada fulminante de todos los demás.
Las fuentes consultadas dijeron que ante la falta de acuerdo, típico en esta fuerza política, los votos se dividieron con seis de un lado y seis del otro, con la facultad del presidente de desempantanar la igualdad. ¿Qué hizo? Pidió un lapso para la reflexionar y analizar los pasos que seguirá.
Evidentemente, la falta de Fonseca sirvió al Radicalismo para relegar otras cuestiones más importantes, como su futuro como fuerza política absorbida por otra, opuesta a su ideología; las imposiciones de los socios del PRO que ni siquiera cosechan observaciones. En fin…una contravención sepultó la discusión que sería de fondo.
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