Escándalo policial: Fue a buscar su auto secuestrado de la Comisaría y no lo tenían

La desaparición de un vehículo secuestrado por orden judicial de la Comisaría Primera de la ciudad de Posadas desnudó un escándalo interno en la Policía de Misiones en la jornada de ayer. Es que el propietario fue a buscarlo y se topó, no sólo con que no estaba en la dependencia posadeña, sino que tampoco en poder de la fuerza que debía custodiarlo. Además trascendió que el vehículo había sido incautado hace varios meses sin llaves y llevado hasta Villa Sarita -ubicación de la Primera- en una grúa, por lo que no se entiende como pudieron moverlo. Hasta se supo que el Ministerio de Gobierno, a cargo del Marcelo Pérez, tomó intervención en el caso.

La secuencia comenzó el miércoles, pero el dueño habría ido varias veces antes a la dependencia para recuperar su vehículo. Los efectivos del lugar no supieron dar explicaciones sobre la ubicación exacta del rodado, un Volkswagen Vento, por lo que rápidamente se ordenó que se lo secuestrara nuevamente según publicó El Territorio. Posteriormente una comisión abocada a la tarea encontró el auto extraviado circulando por la ciudad al mando de una mujer que no opuso resistencia para entregarlo, por lo que se le tomó declaración y se lo puso nuevamente a disposición del juez Fernando Verón, titular del Juzgado de Instrucción Tres. Todavía se desconoce la identidad de la mujer en cuestión pero hay rumores que dicen que sería la esposa del comisario.

Ahora la Justicia debe determinar cómo el coche, que debería permanecer en la dependencia, estaba circulando por Posadas. Por esta razón, la Comisaría Primera fue intervenida y del lugar se secuestró el libro de actas para cotejar con los recibos del expediente de la causa, según confiaron fuentes consultadas. Aparentemente el coche fue secuestrado por primera vez mientras estaba estacionado en el microcentro posadeño por orden del juez Verón en diciembre pasado. Es así que fue incautado sin llaves y trasladado por medio de una grúa a la dependencia ahora intervenida. Allí debía permanecer y, en teoría, nadie lo podía mover. A partir de este punto se concentra la pesquisa.

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