El hallazgo de una joven posadeña que permanecía desaparecida desde el último viernes causó revuelo en el estado brasilero de Paraná en Brasil ante la sospecha de que la misma podía haber sido víctima de una red de trata. Sin embargo, con el transcurrir de las horas, esa teoría perdió fuerza, según las primeras informaciones que trascendían anoche.

“En principio no hay indicios de una situación de explotación sexual, al menos en esta etapa de la investigación. Sabemos que es una chica que estaba en una casa de tratamiento psicológico”, le confirmaron anoche a Primera Edición desde el Consulado argentino en Curitiba, capital del estado de Paraná, a casi 900 kilómetros de Posadas.
La protagonista de la historia es una joven de 26 años oriunda de Posadas que hasta mediados del año pasado tenía residencia en el municipio de Baruerí, en el Gran San Pablo, donde aparentemente ya había desaparecido anteriormente. Al parecer, debido a problemas psicológicos la joven fue trasladada a una casa de servicios especiales en Curitiba, bajo tratamiento médico y consumo de drogas autorizadas.

Sin embargo, según el registro oficial de personas desaparecidas de la Policía Civil de Paraná, una nueva denuncia por desaparición de persona sobre la misionera se radicó el último viernes. Según esos documentos, había sido vista por última vez ese día en el barrio Reboucas de Curitiba.

La investigación sobre su paradero acabó el último lunes, cuando fue hallada mientras deambulaba por esa misma ciudad en ojotas y con ropa de dormir. La investigación derivó en una solicitud de colaboración a la Policía de Misiones, en virtud del origen de la muchacha. En ese sentido, si bien en un principio se sospechó de un caso de trata, las autoridades brasileras y argentinas en aquel país se mantienen cautas y, en principio, descartaron esa situación.

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