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El 90 % de los argentinos dejó las primeras marcas por otras de menor precio
Producto de la profunda crisis económica por la que está atravesando la Argentina, la consecuente aceleración de los precios de los alimentos y la caída del poder de compra del salario, la sustitución de primeras marcas ya se convirtió en un hábito de los argentinos, según los datos de un nuevo sondeo nacional que realizamos junto a D´Alessio- Irol, durante el mes de mayo a 700 encuestados.
ARGENTINA. Con respecto al año pasado, en estos primeros cinco meses de 2019, se continúa evidenciando una retracción en el consumo. Prácticamente no se encuentran diferencias por nivel socieconómico, 83% en nivel medio bajo y medio y 90% en medio alto, aunque la migración hacia alternativas de precio más baratas sería más acentuada entre aquellos que votaron al Frente para la Victoria en el balotaje en 2015 y en los de menor edad.
Con el objetivo de reducir lo que pueda generar un mayor impacto en el presupuesto, el 89% de los consultados admite haber hecho alguna disminución, con un promedio de 12 productos, para los niveles medio alto y medio y de 13, para el nivel medio bajo. La carne vacuna y las gaseosas son los primeros productos en ser desplazados por 7 de cada 10 encuestados. Le siguen otras bebidas como la cerveza, con el 66% y el vino, con el 64%. También, para el 60%, los postres lácteos, fiambres, pescado y manteca son los productos que pierden su lugar en el changuito del supermercado.
Sin embargo, pese a esta caída generalizada del consumo de alimentos y bebidas, el estudio afirma que los únicos productos que han ganado posiciones son el arroz y los fideos, con el 43% y 42%, respectivamente. Seguidos por el consumo de pollo, con el 37%, que se incrementa notablemente sobre el de la carne vacuna, el de verduras, con 36% y de frutas, con 29%.
Además, los argentinos están armando una nueva reestructuración de los gastosdonde los ?extras? van perdiendo cada vez más posiciones.
En cuanto a los recortes que más se están restringiendo en este año, el primer lugar se lo lleva ir a comer afuera, con el 81%, seguido por el gasto en indumentaria, con 78% y el delivery, con 77%.
También 7 de cada 10 consultados abandonaron o disminuyeron sus salidas recreativas como cine y teatro, así como el presupuesto destinado a viajes y vacaciones.
Debido al incremento de las tarifas de los servicios, el 72% menciona al cuidado de la luz y un 70% al del consumo de gas. Comparado con el año pasado, las caídas más abruptas corresponden a los gastos en taxi (28%), delivery (18%) y gimnasio (16%).
Otro de los consumos que fueron abandonados o restringidos por más del 60% de los consultados fueron los artículos de perfumería, higiene personal y de limpieza del hogar, así como también el uso del automóvil. Finalmente, el 57% afirma haber recortado su presupuesto destinado a cursos o formación y el 55% al de telefonía celular.
La reducción del consumo evidencia su peso en ciertos rubros o productos por nivel socioeconómico, como Netflix (25% en el medio alto, 32% en medio y 40% en medio bajo) e Internet (28% en el medio alto, 32% en medio y 45% en medio bajo), sin mostrar diferencias en otros, como taxis e indumentaria.
Por el contrario, el informe refleja que existen otros rubros que ofrecen más resistencia a ser eliminados: para el 44% de los encuestados, el servicio de cable se mantiene vigente a pesar de la situación actual, seguido por las actividades extracurriculares de los chicos, con el 42% y el gasto en medicamentos, con 41%, completan el podio.
Otros consumos que resisten el ajuste son las clases de apoyo escolar, internet y Netflix, con 39%, 34% y 33%, respectivamente. Comparados con el año anterior, los servicios como Internet y Netflix, junto al apoyo escolar, fueron los que menos se resintieron.Sin embargo, tanto Netflix, como el apoyo escolar y las actividades extracurriculares para los chicos sufrieron una caída respecto al año pasado de más de 10 puntos. Los medicamentos no fueron abandonados, pero sí están en disminución, en especial en el nivel socioeconómico medio bajo.
La pérdida del poder adquisitivo del salario y el cambio obligado en los hábitos de consumo incrementados en lo que va del 2019 desencadenaron en que el presidenteMauricio Macri perdiese gran parte del apoyo del votante medio, aquel que lo llevó al sillón de Rivadavia en 2015.
El control de los precios durante los próximos meses será clave para que Macri vuelva a ser un candidato competitivo y siga teniendo posibilidades de reelección. Hasta el momento el gobierno ha fracasado en su intento por bajar la inflación, veremos si este panorama se revierte más adelante, ya que es una de las variables que puede torcer los resultados del proceso electoral y la principal preocupación de todos los argentinos.
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