Concejo Deliberante analizará Repudio al asesino del perro de Villa Urquiza

La presentación la hará el Defensor del Pueblo. Testigos confirman que antes de terminar con Lobito, el matador realizó disparos en la vereda de un supermercado, frente al hospital Madariaga.

POSADAS. La ejecución a balazos de un perro hace nueve días en el barrio de Villa Urquiza abrirá un nuevo capítulo una vez que el Concejo Deliberante reciba, durante la sesión ordinaria de este jueves, el pedido formal de Repudio contra quien fue señalado como el asesino: Marcelo Schmid.

El Defensor del Pueblo, Alberto Penayo, hablará ante los concejales para fundamentar la solicitud que impulsaron grupos proteccionistas de animales, quienes encontraron como única herramienta el repudio social al contador de 36 años, empleado de la AFIP y yerno del exjefe de policía Rubén Oscar Gabriel.

Por su parte, desde el Consejo Profesional de Ciencia Económicas (CPCE), el presidente Miguel Andujar confirmó que analizarán inmediatamente, primero con asesores legales y luego con el Comité de Ética, algún tipo de pronunciamiento del cuerpo colegiado respecto del comportamiento criminal del matriculado Nº 2104; Schmid, Marcelo Martín.

Tira tiros

La conmoción social por la reacción furibunda del joven padre de familia aún resuena en el barrio. Y es que la crónica de la noche de furia de Schmid comenzó unos pocos minutos antes de perpetrar el crimen contra el animal.

Según pudo reconstruir LVM, el contador habría ingresado en estado de ira al encontrar muerto a un pequeño conejo de su propiedad, mascota de la familia. Aunque no abundaron detalles de aquel ataque, se supo que Schmid culpó a un grupo de perros del barrio, mascotas comunitarias que sobreviven en la zona.

Entonces, tal vez en busca de inmediata venganza, el contador de la AFIP salió de su casa armado con una pistola calibre 22, al mando de una camioneta Volkswagen Amarok.

Testimonios de empleados de los comercios frente al hospital Madariaga confirmaron que Schmid comenzó su cacería en la intersección de la avenida López Torres y Juan Abrosetti. Allí habría disparado al menos dos veces contra tres perros que lograron eludir el ataque.

Según el relato de los testigos, la jauría de tres corrió unida hasta una nueva emboscada de Schmid, esta vez en la esquina de las calles San Roque y Misiones, a cinco cuadras de la primera oleada de disparos. En este lugar, en la misma manzana donde vive con su familia, logró acertarle dos tiros a Lobito, que no sobrevivió a las heridas y murió en la veterinaria horas después.

Psiquiatra, se busca

La falta de herramientas en el fuero Penal deja a la Justicia atada de manos. La carátula de Abuso de arma de fuego y Violencia animal es insuficiente para poner al acusado tras las rejas, y la intervención de oficio por parte de algún fiscal sería la única manera de iniciar una investigación que obligue a Schmid a rendir cuentas.

Dos concejales consultados por este medio anticiparon el acompañamiento al Repudio y coincidieron en el riesgo social de “un desequilibrado que sale a la calle a los tiros poniendo en riesgo la vida de todos a su alrededor”. Una evaluación psiquiátrica podría ser sugerida para que lo vecinos puedan, de a poco, volver a confiar en Schmid.

Schmid escrachado en las redes (Izq), su suegro el exjefe de policía Gabriel (Der) y Lobito, el perro que ejecutó.

ESCENA DEL CRIMEN. San Marcos y Misiones, la esquinan donde fusiló al perro.

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