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Apuñaló al preceptor, robó una escuela y la Justicia lo obliga ir a clases
Docentes y preceptores sienten temor por el nuevo alumno, pero no pudieron con la presión del Consejo de Educación.
GARUPÁ. José Julián Bres, el adolescente de 14 años que semanas atrás apuñaló a su preceptor de la secundaria Centro Educativo Polimodal -CEP 6-, retomará inmediatamente su escolarización, esta vez será en el Bachillerato con Orientación Polimodal -BOP 86-.
Luego de la agresión con arma blanca, el menor fue puesto bajo cuidado de su familia y, días más tarde, volvió a ser noticia al ser detenido por una patrulla del Comando Fátima junto con otros dos cómplices intentando robar algo en la Escuela 857 de Garupá.
Sin demoras, las autoridades judiciales determinaron que el Consejo de Educación reinserte al joven criminal nuevamente a la vida académica. La escuela seleccionada fue el BOP 86, cuya directora titular, Benilda Dammer, se encuentra de licencia por cargo de mayor jerarquía, nombrada como Subsecretaria de la Mujer, Familia y Minoridad del Ministerio de Desarrollo Social provincial.
Temor docente
El desembarco del joven conflictivo a la nueva escuela generó revuelo entre docentes y preceptores que, desde un comienzo, objetaron la entrada de Bres a la comunidad educativa. Sin embargo, la intervención del propio Presidente del Consejo General de Educación, Mauricio Maidana, hizo posible la inmediata incorporación al BOP 86.
Cargados de temor por el comportamiento delictivo en cadena que demuestra el nuevo alumno, los profesores lograron que, en una primera etapa, la reincorporación esté acompañada por un tutor y un psicopedagogo o psicólogo, quienes mediarán entre Bres y los docentes del primer año “B”.
La conducta amenazante del malandra precoz continuó en los días posteriores al cobarde ataque al preceptor. “Hemos visto al alumno Bres dando vueltas por la institución y desde la ventana apuntando a una profesora mostrando a dos chicos más que no sabemos quiénes son”, denunció Karina Henn, directora del CEP 6, donde casi matan a su compañero de tareas.
El comportamiento vandálico es una constante entre jóvenes del barrio Fátima, en Garupá. La directora Henn subrayó durante una entrevista a un noticiero local que: “La tensión es constante porque andan dando vueltas, en grupos, alrededor de la escuela”.
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