PROVINCIALES
Yerba y palo: industriales confían en el macrismo para conseguir los $10,10
Es el sector más poderoso de la cadena. Sus representantes no estuvieron en la última reunión por “falta de garantías”. Los productores amenazaron con paralizar la actividad, ante un seguro laudo adverso a los 13,50 pesos que pidieron.
POSADAS. Los industriales, que representan el sector con mayor poder en la cadena yerbatera, confían en la afinidad que tienen con el Gobierno Nacional para conseguir un precio de 10,10 pesos para el kilo de hoja verde, mientras los productores procuran atrincherarse en defensa de los 13,50 pesos que reclaman.
Los dos valores llegaron a la discusión decisiva del Instituto Nacional de la Yerba mate (INYM) el jueves pasado por distintas vías. Los industriales mandaron un escrito y los productores, cooperativas, secaderos, trabajadores y gobiernos de Misiones y Corrientes se sentaron a la mesa.
La ausencia de los “ricos” de la yerba mate no sorprendió a los demás representantes que en todo momento dieron por hecho que no asistirían, aunque sí les llamó la atención los argumentos esgrimidos: falta de garantías y de seguridad para el debate.
Al final, como era lógico, el intercambio no prosperó y la decisión final volvió a quedar en manos de la Nación, aunque todo indica que esta vez el proceso burocrático que envuelve a la fijación del precio no será una anécdota para la cosecha que debe comenzar ahora y llegar a septiembre.
La estrategia de los industriales, en primera instancia fue saludada como un triunfo anticipado, dadas las simpatías que el sector y el macrismo se prodigan como cultores de un neoliberalismo particular, donde no siempre el Estado deja jugar a las partes, sino que apoya a una de ellas: la de mayor poder.
En ese convencimiento, los estudios de costos fueron a parar a las oficinas de Agroindustria de la Nación, que hasta puede llegar a sorprender con valores inferiores a los ofrecidos por los ausentes en la reunión, con lo cual el malestar de la producción podría traducirse en una bronca colectiva, con consecuencias difíciles de dimensionar.
Por ahora se habla de una sucesión de asambleas y reuniones en distintos puntos de Misiones, donde los productores procuran combinar las acciones a la espera de un resultado que se proyecta como adverso a sus intereses de lograr los 13,50 para la hoja y 53 pesos para la canchada.
Desde el norte, el mensaje que bajó fue el de paralizar la actividad, tanto la cosecha como el transporte y la entrega de materia prima a los acopiadores, sin cortes de ruta pero impidiendo la circulación de camiones con carga de yerba mate, a fin de forzar la falta de stock.
Todo indica que esta vez la confrontación, ante la postura intransigente de cada uno, pondrá en juego la capacidad de resistir en medio de una situación de crisis generalizada que todavía no tocó a esta actividad, una de las excepciones en el contexto de caída del consumo.
Por ahora llevan las de ganar las pocas marcas que manejan más del 80 por ciento del mercado y que son: Taragüí (Las Marías); Rosamonte (Hreñuk); Amanda (La Cachuera); Cruz de Malta y Nobleza Gaucha (de Molinos Río de la Plata); La Tranquera (Llorente), además de otras de origen cooperativo. Pero no está todo dicho aun.
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