ELDORADO. Una joven madre fue a dar a luz a un sanatorio de Puerto Rico. Luego la trasladaron hasta el Samic de Eldorado por falta de anestesista. Tras varios días de internación, el bebé murió antes de nacer. La madre de 20 años asegura que fue víctima de mala praxis por parte de quienes la atendieron.
Andrea Adriana Schupel es de Garuhapé y tenía 18 años en febrero de 2016 cuando fue a dar a luz a su primer hijo. En la clínica privada de Puerto Rico habían monitoreado todo su embarazo. Según los informes médicos, no había ninguna irregularidad en la gestación. Sin embargo en Eldorado la tuvieron varios días internada. Los doctores fueron prolongando la cesárea. Luego tras una ecografía constataron que el bebé había fallecido. “En ese momento quedé totalmente helada. Después quisieron inducir por un parto natural, encima con el bebé muerto. Fue increíble, hasta ahora no puedo creer lo que pasó. Me quitaron lo mejor de mi vida. Psicológicamente estoy mal, pensé que en dos años podría superar esto y estar mejor. Pero es imposible, cada vez es peor. En todo este tiempo no tuve fuerza. Incluso hasta ahora no puedo hablar, no quiero que nadie pase por esto y quiero que se haga justicia”, expresa Andrea.
Existe una denuncia presentada en el Juzgado Civil y Comercial II de Eldorado, en donde se instruye una causa por daños y perjuicios y daño moral. Anastacio Portillo, abogado de Adriana dijo que fue una situación “muy grave. Vamos a demostrar que hubo mala praxis ya que existen documentaciones que demuestran que se han cometidos ciertas irregularidades”.
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Herrera Ahuad visitó a Antonella
El gobernador respaldó a la familia que reclama que le devuelvan a la niña que criaron como su hija y que pretenden adoptar:
“La vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
El gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, visitó a la pequeña Antonella en su casa de Eldorado. Fue el sábado por la tarde durante una visita a la Capital del Trabajo, como publicó en exclusiva el medio digital Stop en Línea.
En diálogo con La Voz de Misiones, el mandatario repasó los detalles del encuentro que se concretó en una casa del Barrio Primavera, en el kilómetro 2.
“Los visité. Noté empatía y afecto”, comenzó Herrera Ahuad, quien también es médico pediatra, en un análisis coincidente con el informe psicológico que recomendó a la Justicia no separar a la niña de sus padres del corazón, Ester Barreto y Luis Narciso.
El gesto del titular del Poder Ejecutivo con la familia de Antonella llegó en medio del reclamo continuo de la comunidad, que quiere que la Justicia -ahora la Cámara de Apelaciones– contradiga de una vez el fallo de la jueza Corina Jones, a cargo de Juzgado de Familia N°1 de Eldorado, que con su decisión arbitraria arrancó a la niña de la familia que la protegió desde recién nacida y que, desde siempre, pretende adoptarla.
Luego de una charla cercana con Ester y Luis, y de interactuar con la pequeña Antonella, el gobernador hizo su propia evaluación socioambiental, y le dijo a LVM: “Impresiona un núcleo familiar armónico”.
En un análisis breve y concluyente, el doctor afirmó: “Al a niña la vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
Tiro por elevación
Sin mencionar aspecto alguno de la causa judicial en torno a la adopción de Antonella, el gobernador Herrera Ahuad marcó su apoyo a la pareja que reclama la legalidad para continuar criando a su hija del corazón.
Sobre la visita del gobernador, Leandro Dávalos, tío de niña (hermano por parte de madre de Luis Narciso, el papá de Anto), repasó:
“En vez de enviar a un asesor, vino él a ver cómo vive Antonella”.
La visita sirvió además para que la familia le informe de primera mano la historia de la pequeña. Le entregaron una copia del informe psicológico que recomienda dejar a Antonella con mamá Ester y papá Luis y parte del expediente que la familia cuestiona y que la Cámara de Apelaciones revisa por estos días.
Como un tiro por elevación, Herrera Ahuad marcó su apoyo a los Narciso, los Barreto y los Dávalos, la gran familia que rodea a Antonella. Mientras tanto, todas las mañanas de mantiene firme una guardia de pacíficos manifestantes con carteles en la puerta del juzgado por calle Dinamarca.