“Si reabren Cataratas también nosotros queremos tener una prueba piloto”

El director de Turismo de El Soberbio dijo que esperan que el gobierno provincial contemple la apertura para el movimiento interno. Asimismo dijo que el Moconá es un destino emergente y cuesta mucho más que uno consolidado.

EL SOBERBIO. Después de que la provincia permitiera la prueba piloto para la reapertura de algunos sectores económicos en Cataratas, ayer desde el municipio de El Soberbio reclamaron poder reiniciar la actividad del Parque Provincial Moconá.

Ayer en diálogo con el programa, “El Aire de las Misiones” emitido por  la FM 89.3,Víctor Motta, Director de Turismo del lugar dijo “si reabren Cataratas también nosotros queremos tener una prueba piloto”, asimismo aseguró que esperan que el Gobierno provincial contemple la apertura para el turismo interno en los próximos días.

“Somos los referentes municipales del Alto Uruguay y en particular me toca, como responsable de la cartera de Turismo del municipio, acompañar y estar al lado del sector privado. Hemos hecho el trabajo y ocupamos la pandemia para ajustar todo lo que tenga que ver con el protocolo sanitario para los hospedajes, paseos náuticos y el sector gastronómico”, aseguró.

El funcionario resaltó que “tenemos un criterio serio, responsable y sobre todo estamos sobrellevando un destino emergente, que nos cuesta mucho más que un destino consolidado, y que nuestras particularidades naturales nos favorecen”.

“Somos un destino de naturaleza predominante, los lodges de selva, las posadas, los hoteles, las actividades son absolutamente al aire libre… La capacidad que tiene nuestro Parque Provincial Moconá no es masiva ni tampoco la capacidad de los paseos náuticos. Son muchas las características que favorecen el desarrollo del turismo responsable en el marco de esta pandemia”, argumentó.

Motta, en este contexto, también comentó  las cuestiones económicas por las que atraviesa la localidad y dijo que  “no es bueno que se cierren los lugares referentes en materia turística”

Así también repasó la realidad de varios locales gastronómicos: “Hoy el restaurante del ingreso a la ciudad está quebrado, lo alquiló a una casa de ropa; el otro (restaurante) puso en alquiler y otros lodges ya no pueden pagar los sueldos porque no lograron la ayuda económica por parte del Estado”.

“La salud está primero, pero repito: nuestro destino es muy singular. Un lodge dista de otro 10 a 15 kilómetros y las cabañas están separadas como a 50 metros una de otra”.

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