OBERÁ. Tras ser señalado por los abusos de niñas que estaban alojadas en el Hogar Mitaí, en 2014, Juan Alberto B., fue condenado a tres años de prisión en suspenso. Las víctimas al momento de la denuncia tenían 5, 11, 17 y 18 años, las dos mayores con diferentes grados de discapacidad.
En noviembre de 2014, en un juicio abreviado, el Tribunal Penal Uno de Oberá condenó a Juan Alberto B. (45) a tres años de prisión en suspenso por abuso sexual en perjuicio de cuatro niñas que estaban alojadas en el Hogar Mitaí, dependiente de la Municipalidad.
Desde mediados del año pasado, el sujeto junto a su esposa, Élida Ester F. (47), puso un merendero en su propia casa en el barrio Villa Cristen. Según publicó El Territorio, fuentes del Tribunal Penal confirmaron la sentencia por abuso sexual de Juan Alberto, y además indicaron que el Penal no tiene injerencia sobre el control de las actividades de los condenados. Esto último haciendo referencia a que un condenado por abuso de menores, tenga en su propia casa, un merendero para niños.
Con respecto a la denuncia del 2011, la misma fue radicada por una psicóloga que trabajaba en el Hogar que alberga a menores judicializados. Las víctimas tenían 5, 11, 17 y 18 años al momento de la denuncia, las dos mayores con diferentes grados de discapacidad. Los casos salieron a la luz en las vacaciones de la encargada del hogar -y esposa del condenado-, circunstancia en que las menores pudieron contar sobre los ataques sexuales que padecían.
En 2014 se condenó al sospechoso a tres años de prisión en suspenso por abuso sexual sin acceso carnal calificado por la guarda de hecho. En 2017, cumplió la condena, mientras seguía trabajando en la Municipalidad. En 2018 puso un merendero con su esposa, que tampoco dejó de trabajar en el municipio.
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Herrera Ahuad visitó a Antonella
El gobernador respaldó a la familia que reclama que le devuelvan a la niña que criaron como su hija y que pretenden adoptar:
“La vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
El gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, visitó a la pequeña Antonella en su casa de Eldorado. Fue el sábado por la tarde durante una visita a la Capital del Trabajo, como publicó en exclusiva el medio digital Stop en Línea.
En diálogo con La Voz de Misiones, el mandatario repasó los detalles del encuentro que se concretó en una casa del Barrio Primavera, en el kilómetro 2.
“Los visité. Noté empatía y afecto”, comenzó Herrera Ahuad, quien también es médico pediatra, en un análisis coincidente con el informe psicológico que recomendó a la Justicia no separar a la niña de sus padres del corazón, Ester Barreto y Luis Narciso.
El gesto del titular del Poder Ejecutivo con la familia de Antonella llegó en medio del reclamo continuo de la comunidad, que quiere que la Justicia -ahora la Cámara de Apelaciones– contradiga de una vez el fallo de la jueza Corina Jones, a cargo de Juzgado de Familia N°1 de Eldorado, que con su decisión arbitraria arrancó a la niña de la familia que la protegió desde recién nacida y que, desde siempre, pretende adoptarla.
Luego de una charla cercana con Ester y Luis, y de interactuar con la pequeña Antonella, el gobernador hizo su propia evaluación socioambiental, y le dijo a LVM: “Impresiona un núcleo familiar armónico”.
En un análisis breve y concluyente, el doctor afirmó: “Al a niña la vi integrada al ambiente y con mucho afecto”.
Tiro por elevación
Sin mencionar aspecto alguno de la causa judicial en torno a la adopción de Antonella, el gobernador Herrera Ahuad marcó su apoyo a la pareja que reclama la legalidad para continuar criando a su hija del corazón.
Sobre la visita del gobernador, Leandro Dávalos, tío de niña (hermano por parte de madre de Luis Narciso, el papá de Anto), repasó:
“En vez de enviar a un asesor, vino él a ver cómo vive Antonella”.
La visita sirvió además para que la familia le informe de primera mano la historia de la pequeña. Le entregaron una copia del informe psicológico que recomienda dejar a Antonella con mamá Ester y papá Luis y parte del expediente que la familia cuestiona y que la Cámara de Apelaciones revisa por estos días.
Como un tiro por elevación, Herrera Ahuad marcó su apoyo a los Narciso, los Barreto y los Dávalos, la gran familia que rodea a Antonella. Mientras tanto, todas las mañanas de mantiene firme una guardia de pacíficos manifestantes con carteles en la puerta del juzgado por calle Dinamarca.