Moreyra dijo que se siente “perseguido político” por haber sido acusado de espía de la dictadura

POSADAS. El escritor Marcelo Moreyra, acusado de haber sido ex agente de reunión durante la dictadura cívico-militar, dijo hoy que se siente “un perseguido político” por la trascendencia que tuvieron las denuncias públicas en su contra.

El caso que sacudió al mundillo literario de Misiones, se desató ni bien Moreyra recibió un reconocimiento de la Legislatura por su trayectoria, al ser acusado por el historiador Pablo Camogli de haberse desempeñado como espía del gobierno militar, hecho que no confirmó ni desmintió.

Tras la divulgación por parte Camogli de documentos sobre sus dichos, al menos siete asociados de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE)-Filial Misiones, renunciaron a la entidad que convocó a una asamblea para el 14 de este mes, en un lugar todavía no especificado para analizar la situación.

A raíz de la repercusión de los hechos, Moreyra dijo hoy que se sentía un “perseguido político” y “ciudadano desprotegido” ante las críticas de Camogli y de la ministra de Derechos Humanos, Lilia Marchesini, principalmente, a quienes aconsejó que recurran a la Justicia.

“No se puede pretender hacer lo mismo que se está repudiando, para eso la democracia tiene muy buenos mecanismos”, dijo el escritor durante la entrevista que brindó a FM Libertad, de Posadas, aclarando: “No he matado una cucaracha, pero no tengo que salir a mostrar mi inocencia”.

Añadió que en realidad “los que me acusan deben demostrar mi culpabilidad”, frente a situación planteada porque “les molesta que yo siga sacando premios. Eso es lo que les molesta. Desgraciadamente esta vez han ido muy lejos”, expresó.

“En tiempos de democracia no se puede hacer lo que pretenden, que se me saquen los premios y que me condenen socialmente. Esos actos no son de tiempos de democracia”, dijo el escritor que reside en Puerto Iguazú al replicar a sus acusadores de “irresponsables”.

Luego de encuadrarse en “la presunción de inocencia bajo la órbita de la Constitución”, Moreyra dijo que no tenía por qué “hablar de mi vida privada probable o no probable. Tengo el derecho de guardar silencio”, expresó cuando se le pidió que confirmara o desmintiera su condición de ex espía.

Ni olvido ni perdón

Roly Matcoski, hijo de Esteban Matcoski, dijo hoy al sitio El independiente-Iguazú, que su padre “nunca le perdonó a Moreyra su participación como colaborador de la dictadura”, contradiciendo las expresiones del escritor en medios de Posadas.

Esteban había sido secuestrado en el marco del “Plan Cóndor”  y trasladado a Paraguay, donde sufrió detención ilegal y torturas, tras lo cual logró regresar con vida a Puerto Iguazú donde “Moreyra, en la vereda de mi negocio, llorando como una criatura le pidió perdón a mi padre”, dijo Roly.

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