PROVINCIALES
Far West?: ex funcionario denunció a pistoleros y bravucones en El Soberbio
EL SOBERBIO y POSADAS. El ex director de Turismo de la Municipalidad de El Soberbio, Fabián Dahmer, pidió que se ponga fin a la acción de “pistoleros y bravucones” en el municipio, al revelar detalles violentos en su paso por la gestión del intendente Roque Soboczinski.
Dahmer, a través de una extensa carta, dio sus explicaciones acerca de las denuncias formuladas por Claudio Schmitz, otro ex colaborador del alcalde que se alejó con denuncias de corrupción, nepotismo y agresiones en casos en los que él fue protagonista por encargo, según dijo en un video.
Al respecto, el ex encargado de Turismo señaló que sufrió una “semejante paliza que podría hasta haberme costado la vida, por los trastornos que ocasionan mi insulino-dependencia o solo por los golpes que recibí”, cuya autoría intelectual atribuyó al viceintendente Ricardo Leiva y a Schmitz, la material.
Más adelante recordó el trabajo político realizado para que Soboczinski llegara a la intendencia en 2015 y cómo se fueron desvirtuando los objetivos del grupo, las decisiones en manos de una mesa chica, la falta de respuesta a los vecinos, la aplicación de una tasa excesiva al comercio, a lo que se opuso. También mencionó el reparto selectivo de muebles a los vecinos necesitados.
Según Dahmer todo ello desembocó en un enfrentamiento “con el tesorero, que marcó mi destino dentro del grupo y no me callé cuando vi que puso a su hija de secretaria en Concejo y a su hermano en la Dirección de Agricultura y casi pone a más integrantes de su familia. Pasé a ser la oveja negra”.
Posteriormente hizo referencia al “‘negocio’con otro partido político que fue gestado entre pocos”, hasta que “fui agredido físicamente y trataron de quitarme la dignidad. Dicen que ‘fue una pelea’, en el descargo del intendente. Sabemos que fue una emboscada”.
Y añadió que “así lo afirma el autor en su confesión (Schmitz) pero la verdad es que apenas llegué; le pasé la mano y recibí inmediatamente los golpes hasta que me caí al suelo y recibí seguí recibiendo puñetazos. Por fortuna un chico le grita basta! Lo vas a matar!”.
Posteriormente “nos suspendieron por 10 días a los dos (a Dahmer y Schmitz); a mí me descontaron del sueldo, el agresor cobraba normalmente sin descuentos y con varios premios por haberme ‘casi matado’”, con el propósito de que dejara el cargo y se alejara de la administración.
Posteriormente Dahmer se refirió a las sucesivas discusiones por los nombramientos, los recortes presupuestarios a su dirección, a la relación Soboczinski con su agresor, a uso de la radio de su propiedad con fines electorales, aunque recordó que “los mismos que me pidieron que no avance con las denuncias necesitaban tener a un pistolero, que todo gobierno necesita uno”. Mencionó además agresiones que sufrieron su madre y un hermano.
Por último señaló: “Espero que los concejales investiguen, que busquen las relaciones con el agresor y que los que orquestaron esto deben ir presos. Es vox populi, muchos sabemos quiénes son. Si son capaces de esto imaginen que más pueden hacer, y lo peor que están manejando el destino de nuestro pueblo. Basta de pistoleros y bravucones”, remarcó.
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