PROVINCIALES
En Santa Ana trabajan sobre la ruta 12 y el tránsito es un desastre
Las obras que se llevan adelante en el tramo de la autovía que pasa por Santa Ana, uniendo este municipio con Loreto, generan desde hace tiempo gran confusión y malestar entre los conductores que por allí circulan.
La geografía del lugar cambia día a día, de acuerdo al avance de los trabajos, como así los desvíos que deben realizar para continuar viaje hacia el norte provincial por ruta 12 o bien ingresar a Santa Ana.
Muchos de los conductores consultados se quejan por falta de señalización e iluminación en la zona y además por la desorientación que les generan los desvíos permanentes.
Ante este escenario, se pudo constatar una serie de irregularidades que dificultan el tránsito y de hecho, para quienes no conocen la zona, se vuelve un terreno peligroso.
Si bien la zona está señalizada y momentos antes de llegar a la estación de servicio YPF hay carteles que indican la proximidad de la obra, las flechas no son del todo claras, y esto sumado a la construcción en sí misma y los desvíos, genera cierta desorientación, sobre todo para los turistas.
Incluso se pudo divisar más de un auto ingresando en el sentido contrario para retomar a la ruta.
En este sentido, los comerciantes del lugar ratificaron lo observado, ya que son ellos los principales testigos de la desprolijidad del tráfico y deben atender la gran demanda de consultas por parte de quienes detienen la marcha del viaje para entender cómo y hacia dónde continuar.
“A la noche más que nada falta iluminación, llegan acá a donde empieza la rotonda y no saben para dónde ir. A muchos les pasó. Una noche, un camionero de Brasil trancó la ruta por no saber por dónde tenía que ir, lo que provocó que otros autos se mandaran a contramano. No fue accidente de milagro, porque además en sentido contrario venía un colectivo”, comentó un vendedor de la zona.
“Todos los días paran acá y preguntan por dónde tienen que salir. La otra vez un señor me contó que tenía que ir para Iguazú y terminó en Oberá. Muchos turistas más que nada, pero también la gente de la zona está perdida. Hoy está así, mañana volvés y está todo cambiado de vuelta, es complicado”, agregó preocupado.
De hecho, mientras este medio conversaba con el vendedor, al menos dos personas se acercaron preguntando por dónde debían dar la vuelta para salir.
Asimismo, Gloria, quien tiene una pequeña parrilla próxima a la estación de servicio ubicada sobre la ruta, expresó que “no hay un día que los turistas no se pierdan, bajan a la noche a preguntar y muchos terminan en otro lado”.
“La mayoría quiere ir para Iguazú, así que yo me acerco y les indico. Continuamente preguntan, no hay ni un guía que esté parado acá para explicarle a la gente, nadie hace nada. Esto nos perjudica además porque en vez de dedicarnos a vender comida, estamos atendiendo a la gente que se pierde”, se lamentó.
Además, Gloria confesó que debido a la obra, estuvo meses sin trabajar, ya que entre otras cosas le cortaron la luz.
Por su parte, un conductor que prefirió mantener su nombre en el anonimato comentó: “Por ahí si alguien no conoce, se puede confundir; a pesar de que hay algunas señales, tenés que prestar demasiada atención, sobre todo de noche. Me pasó de volver de Oberá y tener que reducir muchísimo la velocidad porque se pone peligroso, las flechas anaranjadas pueden confundir y uno termina metiéndose en otro lado”.
Bruno Vera, vecino de Santa Ana y uno de los más críticos respecto de la organización urbana, señaló: “Ocasiona cierta dificultad en el tránsito hacer la rotonda, porque no hay quién cuide en este momento las señalizaciones. A la gente del pueblo que tiene que salir a cargar nafta, por ejemplo, le afecta porque debe hacer un largo camino para hacer el retorno. Trastorna todo porque tiene que ir hasta cerca del arroyo Santa Ana. Además no sabemos en cuánto tiempo habilitarán la obra”.
“Espero igual que la obra nos beneficie a todos los santaneros”, agregó.
El Territorio
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