POSADAS
Tras una vida de violencia, la amistad lo rescató de la calle y pide asistencia
César estaba en la calle luego de huir del maltrato. Un viejo amigo se enteró de su situación en Buenos Aires y, desde allá, le tendió una mano.
César Machado es un joven de 21 años oriundo de Garupá que vive en situación de calle. Hace unos días, una familia amiga se solidarizó con él y le da una mano para levantarse.
Cansado de los golpes y maltratos permanentes que sufría por parte de su padre, César huyó de su casa con una mochila y algo de ropa y, desde entonces, deambula por las calles en busca de un plato de comida y alguna changa. Ahora necesita ayuda para terminar sus estudios y poder trabajar.
Pero la historia de maltratos físicos y psicológicos en el seno familiar de César se remonta a su niñez, por lo cual el joven debió pasar gran parte de su vida alejado de sus padres.
Maltrato y rechazo
Desde muy chico, el ambiente familiar no fue el adecuado para César Machado. Su padre, adicto a las drogas, maltrataba psicológica y físicamente a su madre y esto repercutió de manera negativa en él.
En diálogo con La Voz de Misiones, Machado relató cómo fue su adolescencia y las situaciones por las que tuvo que pasar.
“Mi abuela me cuidó desde chiquito, pero no me pudo tener más porque también se hacía cargo de otros nietos que tenía, por eso volví a mis 15 años a la casa de mi papá, además él pedía para verme”, relató.
Al notar lo que estaba pasando en el hogar, su abuela paterna lo llevó a Brasil, y allí se hizo cargo de su nieto hasta donde sus esfuerzos y su economía se lo permitieron.
Por aquel entonces, el padre de César “seguía con mi mamá y le seguía pegando, por eso ella se fue a Buenos Aires, y yo me quedé con mi papá. Cuando ella se fue, él se acompañó con una mujer que también me maltrataba”, añadió el joven.
Fue así que decidió ir en búsqueda de su progenitora, ya que consideraba que era su última opción de tener un futuro seguro: “Me decidí en contactarme con mi mamá y me fui a vivir con ella, pero hace ocho meses falleció porque también era adicta a las drogas y tenía un tumor en el hígado que nunca se trató”.
Al morir su madre, César regresó a la casa de su progenitor, en el barrio Santa Inés de Garupá, pero allí nada había cambiado.
Al volver parecía estar todo tranquilo, “pero después comenzó otra vez a consumir y yo intentaba hacer de todo para que él no se enojara, pero de todas formas recibí su rechazo”, dijo el joven, y recordó ese duro momento: “Me echó de la casa muchas veces diciendo: ‘Nunca te quise tener’; después de todo eso me fui”.
Amistad naranja
Tras sufrir la muerte de su madre y el rechazo de su padre, a César no le quedó otra que largarse a las calles para intentar subsistir.
Ese tiempo lo pasó pidiendo ayuda en las calles y realizando changas hasta que un amigo, su único amigo, según dice, se enteró de su situación y le tendió una mano.
El amigo de César es el basquetbolista misionero Alejo Montes, que actualmente se desempeña en el club Platense de la Liga Nacional.
Ambos se conocieron jugando al deporte naranja, del que ambos son fanáticos. Hace unos años, César deambulaba por las calles escapando de la violencia y, en una de esas oportunidades, se acercó al club Tokio de Posadas, donde Alejo entrenaba y lo invitó a jugar.
Residiendo en la capital del país, Alejo se enteró del mal momento de su amigo y le pidió a su mamá Mónica que lo albergue momentáneamente en su casa.
Mónica no dudó un minuto en darle una mano con algunas changas y un lugar para que duerma por unos días, hasta que el joven encuentre una solución. “Porque la calle para un joven no es una opción”, dijo la mamá postiza a La Voz de Misiones.
Ahora, aunque está rodeado de personas que lo contienen, Machado necesita de asistencia social y económica para continuar estudiando y poder desenvolverse en el mundo laboral.
El joven, fanático de Michael Jordan, quiere darle continuidad a sus estudios, interrumpidos en el séptimo grado por la economía y la situación familiar: “Me gustaría poder ser profesor de educación física o poder jugar al básquet en un equipo misionero”, proyectó.
Para poder ayudar a César podes comunicarte con él a su número: 3764 83-6851
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