POSADAS
Rechazan billetes extranjeros sucios o gastados en casas de cambio de Posadas
Es un requisito que rige en países del Mercosur, dicen. Y es motivo de intercambios en la ventanilla entre cajeros y portadores. En el mercado negro los aceptan, pero con diez por ciento menos de su valor de cambio.
POSADAS. Las casas de cambio de Posadas no aceptan billetes extranjeros con señales de suciedad, gastados por el manoseo, con algún tipo de rayas y menos aun con roturas, de acuerdo con evaluaciones propias de los cambistas al momento de la transacción.
El sistema en ocasiones provoca sorpresa entre los interesados en transformar sus billetes, sean dólares, guaraníes, reales o euros por citar los de mayor circulación, en pesos argentinos a veces por necesidad y bien para sacar algún beneficio.
Al momento de presentarse en la caja, los billetes entregados para el cambio son sometidos a un análisis in situ por parte del cajero y a simple vista, primero, para evaluar su estado o más profundamente a fin de detectar si se trata de un papel falsificado.
En el primer caso las observaciones apuntan al estado general del billete. Esto es que no estén sucios, que no sean gastados, que no tengan rayas con birome y con mayor minuciosidad, que no presenten roturas, ya que cualquiera de estos detalles es motivo de rechazo.
De acuerdo con explicaciones obtenidas en la ventanilla, la medida responde a parámetros que rigen en los países del Mercosur, donde cualquiera de los detalles mencionados en los billetes tienen el mismo destino: el rechazo.
Sin embargo a veces el portador esgrime que el billete rechazado fue adquirido en la misma casa o bien en una entidad bancaria, pero ninguna de estas explicaciones es atendida ante la rigidez de los cajeros.
En tales casos la pérdida es para el portador que, no obstante el rechazo inicial, puede recurrir al “mercado negro” o a sus representantes en la vía pública: los famosos arbolitos, para concretar la transacción con ese papel ajado, sucio, marcado con birome.
Pero ello tiene un costo que se ubica en alrededor del 10 por ciento del valor de cambio. “Pero es nada”, comentó un ocasional interesado en cambiar los billetes que había atesorado durante un largo tiempo, tras lo cual desarrolló una clase sobre la representatividad soberana que tienen las monedas para sus respectivos países.
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