POSADAS
Posadas: vecinos denuncian abandono, drogas y delincuencia en la chacra 189
Vecinos de la chacra 189, más precisamente en el barrio Hipotecario, también llamado Lucas Braulio Areco ubicado en las intersecciones de las avenidas Centenario; Monseñor de Andrea; 115 y calle Berón de Astrada, viven atemorizados por una ola de robos que parece no tener fin.
POSADAS. “Nos sentimos vulnerables”, dijo una de las damnificadas. Aseguran que el barrio es una zona liberada para los delincuentes e incluso algunos sospechan de cierta connivencia de la Policía con los ladrones “que roban para ellos” se animó a decir un vecino. “Hay un grupo de serenos que no sé si están entongados con los malvivientes, uno ya duda de todos, no sé si hay un triángulo ahí entre la Policía, los chorros y los serenos”.
En diálogo con un habitante del barrio contó que “me entraron a robar tres veces en diez días. La última vez se llevaron todo lo que tenía, hice las denuncias correspondientes; vinieron la Brigada, Criminalística, pero nunca recuperan nada, aparte sabían que estaban robando todos los días en el barrio y no son capaces de darse una vuelta”. “Hablé con el jefe de la seccional de “El Laurel”el Of. Ppal JORGE SEBASTIAN MASSENA, pero ni me contestó” sentenció ofuscado.
“Vienen a robarnos de todos lados, desde la ‘favelita’ de atrás del casino de Villa Cabello, desde ‘El Mangal’, también de la villa de Alem y Monseñor de Andrea, es una locura, estamos a diez minutos del centro pero vivimos como en la prehistoria. Todos los días hay un robo diferente, pero lo peligro es que no son rateritos, sino que entran adentro de las casas. Va a ocurrir una tragedia y los responsables van a ser la Policía y el Gobierno de la Provincia” agregó.
Por otro lado los vecinos también piden infraestructuras para el barrio. Una vecina de la avenida Monseñor de Andrea dijo: “Vivimos en una calle de tierra a cerquita del centro, debe ser la única que debe quedar, cuando llueve es intransitable, el barro y agua son imposibles, encima las veredas todas rotas. Las cloacas están abiertas igual que hace 32 años cuando nos entregaron las viviendas, no hay entubado, es un asco, los mosquitos y las ratas se multiplican, una vergüenza”.
“El parque del barrio, que antes era una hermosa canchita de fútbol, donde niños adolescentes y adultas pasaban horas de diversión sana, fue convertido la mitad en una iglesia que permanece cerrada y la otra mitad en unos hierros abandonados, sin hamacas, sin juegos con una luz tenue que permite que a diario lleguen pibes de otros barrios a drogarse. El alumbrado público tampoco funciona, nose si es responsabilidad de EMSA o de la muni pero la realidad que nuestras calles son oscuras”, finalizó otra vecina que hace más de 30 años vive en la zona.
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