POSADAS. El atraso en el poder adquisitivo de los salarios, simplificado en la frase “el sueldo no alcanza”, lentamente va modificando otra vez los hábitos de la población, como el retorno de “la libreta” para las compras en los almacenes de barrio en reemplazo de la compra al contado y en efectivo.
Los especialistas dicen que los sueldos llegaron a 2018 con una caída de arrastre de al menos 4 puntos desde 2016, en tanto que en el primer trimestre podría acumular otros 3 puntos, mientras el Gobierno Nacional le puso un techo de 15 por ciento a las discusiones salariales para este año.
Palabras más o menos, es la explicación que se escucha casi a diario con el agravante de que la administración nacional va corriendo el límite del 15 por ciento que le había puesto a sus expectativas inflacionarias, hoy estimada en poco más del 19 por ciento por efecto del alza de precios y tarifas.
Sin embargo las mejores explicaciones siguen siendo la que proporcionan los consumidores, basadas en las conductas habituales y generales, como en la amplitud del espectro que abarca y el impacto cotidiano de las mismas en la economía de cada hogar.
Los termómetros son variados, pero sin dudas que el retorno de la vieja y nunca bien ponderada “libreta”, es el más contundente medidor de las limitaciones que van envolviendo a los consumidores a la hora de procurar satisfacer sus necesidades básicas, como lo fue en los 70 y en los 90.
La situación descrita reflotó otras antiguas costumbres, como la compra colectiva para abaratar costos, consistente en la adquisición de diferentes productos al por mayor, luego son distribuidos entre dos, tres o cuatro grupos familiares que después afrontan el pago en forma equitativa.
También la compra a plazos de una semana, diez días o por el término de una quincena, que generalmente se corresponden con la última parte del mes, lapso en el que generalmente la economía familiar empieza a hacer agua debido a la escasez de dinero.
Pero no caben dudas que la vedette en tiempos de crisis, tanto en el actual como en otros de tipo históricos, sigue siendo “la libreta”, que no es un anotador común, multiuso o desechable, sino que constituye un verdadero documento entre el almacenero y el vecino.
El referente de la Cooperativa de Almaceneros de Posadas, Ismael Ortigoza, reveló que la “libreta del almacén” volvió a reflotarse en los almacenes de barrio, donde todavía la palabra o la compra asentada por escrito siguen siendo más eficaces que el posnet para la relación vecinal.
Al describir el panorama complicado que afrontan los almaceneros, Ortigoza dijo que “el vecino, el comprador, también se ve afectado, especialmente con respecto a los pagos y los sueldos que no alcanzan”, lo que va marcando el vínculo entre el vendedor y los compradores.
“Ahora volvió la libreta, la que se usaba antes y que ya se había descartado, pero hay vecinos que piden fiado y es gente buena, confiable, así que hay que abrirle una libreta”, dijo, aunque aclaró que para el trámite en cuestión son imprescindibles las reglas la confianza, la garantía y la antigüedad en el barrio.
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Alumnos de Posadas reciclan y crean adornos navideños para un hogar de ancianos
Alumnos de la escuela Comercio 8 de Miguel Lanús reciclaron botellas de plástico todo el ciclo lectivo para este fin de año armar hermosos adornos navideños y decorar el asilo de ancianos.
Los estudiantes de Tercer año de la institución, durante el año reciclaron botellas de plástico para llevar una hermosa decoración a los ancianos que residen el geriátrico de Miguel Lanús, así acompañarlos estas fiestas.
La iniciativa fue un proyecto escolar para el cuidado del medio ambiente, que se llamó Cuido mi Entorno, en el cual los chicos, con acompañamiento de los profes, juntaron las botellas para modificarlas y convertirlas en preciosos adornos, y lograron hacerlo a pesar de las dificultades que les impuso la pandemia.
Este próximo miércoles 16 de diciembre, todos los estudiantes y profesores que participaron de esta iniciativa se van acercar a decorar el lugar para los ancianos.
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Ataque de palometas en El Brete: afirma que mordieron a su hija y a otro niño
El último fin de semana una niña tuvo que ser atendida de urgencia en el hospital René Favaloro de Villa Cabello. Fue atacada por palometas en el balneario El Brete, sobre la avenida Costanera de Posadas. Le realizaron tres puntos de sutura para cerrar una herida en su talón. Además, otro niño fue mordido en el dedo gordo del pie.
La mordida del pez ocurrió el sábado y, según contó la mamá, su hija estaba jugando en el sector de arena, pero ingresó unos metros al agua y sintió un fuerte dolor en el talón. “No es un corte de vidrio porque en la herida se veía claramente la forma de los dientes”, explicó la madre.
La bahía El Brete no está habilitada para el ingreso al agua, pero puede utilizarse como solarium. En ese sentido, la progenitora dijo: “Uno de los guardavidas autorizó que puedan mojarse los pies sobre la orilla de la playa y fue allí donde la atacaron”.
“Esta vez le pasó a mi hija, pero la próxima le puede pasar a cualquiera. Hay que tener mucho cuidado y estar atentos, hay que tener conciencia cuando no se puede ingresar”, señaló Ángela Pereira.
“El guardavida me dijo que no estaba habilitada para bañarse pero que sí podían mojarse en el la parte playita. Ella estaba flotando cerquita y sintió un dolor intenso en el talón y allí fuimos hasta emergencia. Mientras nos atendían vino un nene que también estaba mordido en el dedo”, explicó en diálogo con Misiones Online.
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Familia con emprendimiento infantil pide que Stelatto los escuche y volver a trabajar
Iniciaron un emprendimiento familiar para niños en la costa. Por la pandemia no pudieron seguir trabajando. En octubre presentaron una nota que todavía no tuvo respuesta. Ahora quieren que su reclamo llegue a oídos del intendente.
Funny Kids nació en agosto del 2019 como un proyecto familiar. Realizados todos los trámites correspondientes en la Municipalidad de Posadas, se instaló el emprendimiento en la cascada de la costa, con caballitos, autos a control y otros diversos juegos que se alquilaban a los niños posadeños y visitantes de la ciudad capitalina.
La pandemia de coronavirus obligó a suspender las actividades sociales que luego fueron reabriéndose paulatinamente; sin embargo, a nueve meses del parate, los trabajadores que se dedican al entretenimiento de los peques aún no fueron habilitados para trabajar.
La familia que integra Funny Kids, luego de insistir desde octubre con notas y protocolos dirigidos a la Muni para que los habiliten a trabajar, hoy piden que el intendente Leonardo “Lalo” Stelatto los escuche.
Por este motivo, Julieta González, integrante de la familia, se manifestó en las redes y se comunicó con La Voz de Misiones para contar la situación por la que están pasando: “El día 27 de octubre de este año presento nota adjuntando protocolo dirigido a Secretaría de Gobierno”, comenzó la joven.
“Desde ese día llamo casi todos los días y suelo ir una vez por semana a la Municipalidad a Dirección de Jurisdicción, donde se encuentra mi expediente. En la nota aclaro que estoy dispuesta a cambios de horarios, protocolo, etcétera… y sobre todo que cumpliremos sí o sí con el protocolo presentado”, subrayó Julieta.
Es así que, en una de las visitas de la emprendedora al edificio municipal, “el jueves 10 de diciembre me acerco para que me den una respuesta favorable, a lo que me dicen que mi expediente todavía no tiene respuesta. Van hacer casi dos meses”, enfatizó.
Un poco agobiada por la situación, Julieta tomó la decisión de pedir “una reunión con el director de Jurisdicción, el señor Juan José Sandoval, para explicarle mi situación y así él pudiera escucharme y entender que la situación no da para más. El director me niega la reunión y se rehúsa al menos a escucharme”, cuestionó.
Además, la muchacha agregó que “ese día me dieron a entender que el director no me va a escuchar y tampoco me va aprobar mi propuesta de protocolo, que lo mejor podría hacer es que cambie de rubro”, y señaló que “dentro de la Muni me recomendaron que consiga un nexo, o sea, un político, así tengo peso”.
Ante la “recomendación” que le hicieron los trabajadores, la mujer reflexionó sobre lo que había sucedido: “Trato de creer que no hace falta conseguir por medio de política. El señor es un funcionario, siento que debería escucharme como ciudadana, ese también sería su trabajo”.
En este sentido, la joven concluyó diciendo que “en la política nunca me involucré, no critico a nadie, simplemente lo que pido es que desde la Municipalidad me escuchen, me den una reunión. Creo que ni el intendente está enterado de mi situación particular y si el intendente se entera a mí me van a escuchar y habilitar para trabajar”.