El “acosador del colectivo” ya habría sido denunciado por otro caso, pero sigue libre

POSADAS. El sujeto que acosó en el interior de un ómnibus a una niña con propuestas deshonestas en una esquela, habría sido identificado y denunciado ante la Policía por un caso anterior, registrado también en Posadas, pero continúa en libertad, según revelaron allegados a las víctimas.

El desconocido, que fue bautizado como “el acosador del colectivo”, sería un empleado de la Municipalidad de Posadas que tendría antecedentes por la misma conducta en el entorno laboral, razón por la que habría sido despedido pero fue reincorporado por gestiones sindicales.

De acuerdo con los elementos reunidos por distintos medios de comunicación, el acusado sería una persona joven que tiempo atrás persiguió durante varios días a una chica, hasta que se encontraron cara a cara en un comercio adonde ésta ingresó en busca de protección.

En dicha circunstancia, la madre de la víctima se percató de lo que estaba sucediendo e increpó al desconocido con quien mantuvo un fuerte intercambio de palabra, ocasión en que la mujer logró retener detalles de la vestimenta y las señas particulares del hombre.

Con los datos mencionados, principalmente los referidos a una chomba con el logotipo y la inscripción “Municipalidad de Posadas” que vestía el sujeto, la mujer inició una serie de averiguaciones y logró determinar que se trataba de un empleado de la comuna.

Después de recabar los datos particulares,  madre e hija denunciaron al individuo en la comisaría décimosegunda, donde se inició una investigación y la causa quedó radicada en el Juzgado de Instrucción 3, secretaría 2, pero el acusado continúa en libertad.

El caso del “acosador del colectivo” salió a la luz hace pocos días cuando la niña de 12 años, que se dirigía a la escuela, contó a la docente y a la directora que poco antes de descender del ómnibus un hombre le había dado una esquela que decía: “estaría para regalarte unos cuantos besos”.

El escrito, que fue presentado ante las autoridades policiales cuando las docentes se hicieron eco de la situación, tenía el número de un teléfono celular que correspondería al autor.

A partir de la divulgación periodística de dicho incidente, una estudiante universitaria de nombre Paola, de 21 años, comentó que también había pasado por una situación similar y exhibió la anotación, con rasgos caligráficos similares al anterior, que un sujeto le entregó durante un viaje en la misma línea del transporte de pasajeros.

La joven dijo que al menos en tres ocasiones debió soportar el acoso del desconocido. La primera vez, cuando le entregó el escrito; la segunda, cuando en otro viaje se sentó a su lado y la tercera, cuando fue perseguida hasta un comercio cercano a su vivienda, ocasión en que intervino su madre.

Con los elementos reunidos, las víctimas y sus familiares coincidieron en que se trataría de la misma persona que acosó a la niña de 12 años y a la joven de 21, motivo por el insistirán en que sea detenido por los datos aportados en sede policial.

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