San Javier: hubo acuerdo con la Carta Orgánica, pero ahora no quieren jurarla

Las mayor parte de las disposiciones fueron aprobadas por unanimidad. Pero ahora hay sectores que se oponen, tras ser sancionada y a horas del juramento. El conflicto está planteado y seguiría en el Superior Tribunal.

SAN JAVIER y POSADAS. La nueva Carta Orgánica de la localidad de San Javier, se convirtió en un elemento de discordia entre los convencionales, las autoridades municipales y distintos sectores políticos y sociales, ante las exigencias establecidas a futuro.

La “constitución municipal” fijó el tercer domingo de octubre como fecha de elecciones; eliminó la Ley de Lemas; limitó la reelección; impuso la exigencia del secundario para cargos electivos, además de aumentar la cantidad de ediles y crear las figuras del Vice-intendente y del Defensor del Pueblo.

Cada uno de los temas mencionados fueron debatidos y aprobados por los convencionales constituyentes, en casos por unanimidad o bien por mayoría, pero sin sobresaltos que pudieran empañar la tarea que desarrollaron en un tiempo prudencial.

El trabajo fue sancionado el lunes pasado y para esta noche estaba previsto el juramento por parte de las autoridades municipales, encabezadas por el intendente Enio Lemes, pero nadie en San Javier podía asegurar si la ceremonia se realizaría, o no.

Es que ni bien terminó la confección de la Carta Orgánica, y a pesar de que la mayoría de las disposiciones salieron por unanimidad de los tres convencionales de Cambiemos, tres del Frente Renovador de la Concordia y uno del Partido Agrario y Social (PAyS), el resultado final causó sorpresas.

Al principio se conocieron tibias observaciones, pero a medida que avanzaron los trámites institucionales comenzaron a surgir vehementes reacciones de parte del Departamento Ejecutivo y del Concejo Deliberante, ante la dureza de las exigencias.

En determinadas cuestiones, por ejemplo con respecto al nuevo régimen electoral, las críticas no se hicieron esperar a pesar de que en primera instancia los convencionales contaron con el visto bueno de la dirigencia política representada en la convención.

La sanción de la norma, que sería publicada mañana en el Boletín oficial y entraría en vigencia, fue la primera usina del malestar que se tradujo en el retiro de la colaboración de la Municipalidad, aunque anoche los convencionales se aprestaban para el juramento en el Club Hércules pero era un misterio la asistencia de los funcionarios.

Todo indica que la grieta abierta se dirimirá en el Superior Tribunal de Justicia ante la postura irreductible de quienes al principio aplaudieron las decisiones de los convencionales, pero después cambiaron de opinión tal vez porque se verían afectados sus propios intereses o por colisionar con normas vigentes.

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