POLÍTICA
Máximo Kirchner apareció en la marcha junto a La Cámpora y extremadamente flaco
”Aunque me pidan que suba al escenario no voy a subir, Hoy vine como un compañero más”, dijo Máximo Kirchner mientras intentaba avanzar por la Av. 9 de Julio.
Lo que lo frenaba no era la cantidad de gente, eran los que se acercaban a pedirle una selfie o darle un beso. Como todo un rockstar. Custodiado por los soldados más fieles de La Cámpora, el hijo de Néstor y Cristina sorprendió por su extrema delgadez. Algo que se hacía más tajante por el negro de la remera que eligió para acompañar a Moyano en su cruzada contra la política económica del gobierno de Mauricio Macri.
Junto a la columna de los militantes K que dirige, llegó a la concentración poco antes de las 13. Cuando el calor caía con fuerza sobre la Ciudad. Pero en su piel no tenía una pizca de bronceado. Por el calor, se lo veía tomar agua, constantemente, del pico de una botella de agua mineral de un litro.
Tanto magnetismo generó la figura del hijo mayor de Cristina Kirchner que, para retratarlo mejor, un equipo audiovisual de La Cámpora apeló a un método algo llamativo en una movilización tan grande: una escalera, sí una escalera. Encabezando la columna de la organización juvenil K, casi como utileros, dos militantes de La Cámpora la iban corriendo para que el fotógrafo K se suba y haga imágenes de ese momento en el que “el heredero” recibía el afecto de los suyos. También llevaron un drone.
Comentarios
comentarios