POLÍTICA
El #8M desnudó una feroz interna entre los grupos de feministas misioneras
Las diferencias involucraron a las políticas, funcionarias y referentes de la cultura y el teatro por un lado, y a las representantes de gremios, partidos políticos de izquierda y universitarias, por otro. La marcha suspendida el 8/3 se realizó el 10 y hubo abucheos y silbatinas.
POSADAS. La recordación del Día Mundial de la Mujer dejó al descubierto una feroz interna entre los grupos de feministas de Misiones, cuya mayor expresión se vivió en la postergada marcha por Posadas, donde unos abuchearon a otros que debieron abandonar la concentración.
Hasta ahora las divergencias se venían gestando en forma subterránea, pero con fuerte impacto en las redes sociales donde el intercambio fue subiendo de tono, aunque los alineamientos solamente lo podían descifrar los protagonistas ante la cantidad de sectores involucrados.
Con el correr de los días, y hasta la eclosión reciente, se pudo percibir que una de las causas de las diferencias fue el surgimiento de un colectivo integrado en mayoría por mujeres de extracción política y funcionarias en ejercicio, además de referentes históricas de las acciones contra las violencias y de sectores de la cultura y el teatro.
A partir de ese alumbramiento, las aguas empezaron a dividirse entre el grupo mencionado y las integrantes de gremios como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), el Partido Obrero y otras fuerzas políticas de izquierda y corrientes universitarias.
Los sectores con representatividad originaria contra las violencias de género, quedaron envueltas entre las dos corrientes bien definidas y empujadas a tomar partido ante la gravedad del desenlace que, ya con mayor claridad, se avecinaba.
El #8M fue el escenario de la detonación. Todo estaba previsto para reeditar este día la presencia de la mujer con sus reclamos de igualdad, basta de violencia y otros, en las calles de Posadas, pero sorpresivamente la convocatoria fue suspendida por mal tiempo, y nunca se supo quién tomó esta decisión.
Lo cierto fue que a pesar del tiempo amenazante que se registró tras intensas lluvias, una mejoría inesperada incitó a un nutrido grupo de mujeres a convocarse en los lugares previstos, pero rápidamente se dispersaron ante la misteriosa postergación hasta el domingo 10/3.
La programación fue la misma: 1) concentración en El Mástil de avenidas Uruguay y Mitre a las 16; 2) marcha hacia la plaza 9 de Julio, donde se realizaría un acto con una cantidad considerable de oradores, como sucedió en las anteriores ediciones.
Ya en El Mástil comenzaron a manifestarse los primeros gestos de conflicto, dado que nadie daba la orden de comenzar la caminata, en tanto empezaron los silbidos y abucheos contra el colectivo de mujeres vinculadas a la política, funcionarias y referentes de la cultura y el teatro.
Con nitidez se pudo apreciar que el malestar surgió del lado de las agrupaciones gremiales, de partidos políticos de izquierda y universitarias, que a los pocos metros de la marcha, lograron que los destinatarios de la rechifla abandonaran la caminata a fin de evitar males mayores.
Con seguridad ahora vendrán las explicaciones, las críticas, los posicionamientos. Al medio quedará la preocupación por una espiral de violencia que amenaza las estructuras sociales, y los sectores funcionales a los grupos con intereses particulares, otra vez habrán logrado su objetivo.
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