A Cacho Bárbaro no le correspondería la licencia y debería volver a la escuela

La situación laboral del presidente del Partido Agrario y Social (PAyS), Héctor Orlando Cacho Bárbaro podría tomar un giro inesperado una vez que el Consejo General de Educación responda al Pedido de Informes que presentó la diputada Alba Nilsson (Cambiemos), mediante el cual pretende saber porqué le renovaron la licencia por “representación política”, si ya no es diputado ni ocupa alguno de los cargos especificados en la Ley.

Hasta el año 2005 Cacho Bárbaro fue director de la Escuela 242 en Colonia Guaraní, pero ese año resultó electo diputado por el Frente Renovador y tuvo que pedir licencia sin goce de haberes, según lo establecido en el Artículo 31 del Estatuto del Docente, que en el inciso “A” otorga esa posibilidad a: “El docente que fuera designado o electo para desempeñar cargos de representación política…”.

El 10 de diciembre de 2017, Bárbaro culminó su tercer mandato consecutivo como diputado, y semanas más tarde se presentó nuevamente en el cargo de director. Fue durante las vacaciones de verano, hasta que el 3 de marzo de 2018, una semana antes del comienzo de las clases, obtuvo nuevamente la licencia por el Artículo 31, pero esta vez para asumir como Secretario del Bloque de diputados del Partido Agrario y Social.

 El Pedido de Informes de la diputada Nilsson, también docente de la zona centro, va a fondo como buscando un responsable dentro del Consejo General de Educación, alguien que permitió la licencia sin que, al parecer de los fundamentos de le legisladora, le correspondiera ser otorgada a Bárbaro.

En el punto tres de la misiva, la diputada le solicita al Consejo que responda si “considera o no a un cargo administrativo de secretario de bloque parlamentario como un cargo de representación política.”. Más adelante, en el mismo punto, acusa al organismo en tono de consulta: “explique los motivos por los cuales el Consejo General de Educación se aparta de lo establecido explícitamente en la Ley VII – Nº 84…”.

Cacho, parare que no se puede

Según los aportes de la diputada Nilsson en su Proyecto de Comunicación, la posición del exdiputado Bárbaro sería indebida, quedando fuera de lo estipulado en la Ley mencionada, que enumera uno a uno “los únicos cargos políticos: 40 diputados; 4 Secretarios de Cámara; 4 Prosecretarios de Cámara; 1 Coordinador Unidad de Gestión en Tecnologías de la Información y Comunicaciones; 6 Integrantes de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura; 1 Secretario de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura”.

El listado no menciona el cargo que ocupa Bárbaro como justificativo para la licencia otorgada y, para colmo, en el “Anexo IV determina que el cargo de secretario de bloque integra la planta temporal y es un personal administrativo (no político) con autoridad funcional”.

De comprobarse la irregularidad planteada por la legisladora obereña de Cambiemos, Cacho Bárbaro se vería obligado a volver a tomar las riendas de la escuela que dejó hace 13 años, o abandonar definitivamente el cargo de director para transitar sin señalamientos en la arena política.

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