Una doble cita privada para hablar de negocios se convirtió en uno de los robos más audaces de los últimos tiempos con un botín en efectivo, relojes de alta gama y un auto. El fiscal Edgardo Orfila investiga el caso.
CAPITAL FEDERAL. Gino, de 50 años, empresario y dueño de una importante firma gastronómica, recuperó la conciencia recién a las 11 de la mañana del lunes. Estaba sentado en el sillón principal de su departamento de Recoleta, desnudó y mareado. No recordaba cómo había llegado a esa situación. Al lado suyo una caja de preservativos sin abrir, un juguete sexual. Ninguna de las dos cosas, según él, le pertenecían. Buscó su celular para llamar a un amigo pero no lo encontró.
Con el correr de los minutos empezaron a aparecer imágenes difusas en su mente: dos mujeres que no reconocía, una copa de champán y nada más. Cuando fue a mojarse la cara notó que uno de los armarios de su habitación estaba roto. Adentro las cajas vacías de dos relojes de 15 mil dólares cada uno de marcas exclusivas como Rolex y Hublot. Tampoco estaban los 30 mil dólares en efectivo que tenía guardados bajo llave en su vestidor, los 250 mil pesos en un armario, los tres mil dólares que guardaba en su billetera ni las llaves de su auto, o su iPhone 11 con rastreo satelital.
Con el tiempo, el empresario entendió: había sido el blanco de un nuevo ataque de viudas negras en pleno corazón de uno de los barrios más caros de la Capital. El empresario hizo la denuncia en una comisaría de la Policía de la Ciudad, con una causa a cargo del fiscal Edgardo Orfila. La Justicia no pudo encontrar aun a las dos acusadas y hasta sospecha de una tercera mujer que sería la entregadora.
“Todo comenzó un mes antes del robo. Yo tengo una empresa importante de eventos y me escribe a mi WhatsApp una mujer llamada ‘Mica’. La chica me dice que me conocía por distintas referencias, aunque nunca me especificó cuáles, y me comentó que estaba organizando un evento para enero de 2021. Ahí comenzamos a charlar aunque siempre en el plano laboral. Fue el comienzo del engaño que me hicieron”, dice a Infobae la víctima, que pidió el resguardo de su identidad. La oferta fue clara, hasta le pidieron presupuesto para el evento, que tendría, en cálculos de “Mica”, unos 400 asistentes.
Según le contó el empresario al fiscal Orfila, la mujer le había dicho que vivía en Villa del Parque junto a una amiga llamada “Maru” con quien estaba pasando la cuarentena. El empresario intentó citar a la mujer en la sede de la empresa para arreglar los términos de la contratación del catering pero ella siempre se negó esgrimiendo como excusa la imposibilidad de cruzar de capital a provincia, ya que la empresa queda en La Tablada.
“En el transcurso de los días empezamos a charlar de distintas cosas, a generar una confianza. Hacíamos videollamadas a la noche y ella me contaba cómo iba su día. Ahora me doy cuenta que estaba tratando de seducirme para robarme. Permanentemente me invitaba a la casa, me decía que fuera a tomar algo que estaba sola con su amiga, pero siempre me negué por miedo, ya que no las conocía”, aclara G. con la vergüenza lógica del caso.
Luego de un mes de conversaciones telefónicas y mensajes en las que los temas de conversación iban entre la seducción y el supuesto futuro evento, G. decidió invitar a las dos mujeres a su departamento para, según sus propias palabras, “terminar de cerrar el negocio, ya que me pareció que podía ser un buen ingreso para la empresa en este momento tan difícil que estamos viviendo. Ni yo quería ir a su casa ni ellas a la empresa, entonces me pareció un buen lugar de encuentro mi departamento. Ante la falta de trabajo de hoy en día concretar algo así nos venía muy bien”.
Pautaron día y hora para el encuentro. G. habló con su empleado y mano derecha, para que pasara a buscar a las dos invitadas. “Mica” le pasó la dirección de un edificio en la calle Baigorria. Ese mismo día, unos minutos antes de la hora arreglada las mujeres avisaron que se habían demorado y que iban a estar listas recién para las 21.30. Al empleado le llamó la atención que no las vio salir del edificio sino que venían caminando desde la otra esquina. “Es que tuvimos que ir a dejarle algo a mi abuela acá a la vuelta”, se justificaron.
“Habrán llegado a mi casa un poco después de las 22. Subieron ellas dos y mi empleado. No estaban vestidas provocativas ni nada. Tenían unas botas, Jean y un suéter. Yo estaba tomando champán pero ellas me pidieron que les sirviera gaseosa. Comenzamos a charlar normalmente. En un momento mi empleado recibe un llamado de la esposa porque se había hecho tarde, yo me acerco a decirle que se fuera, que no había problema. Ahí les dimos los dos la espalda. Fue el gran error porque creo que fue cuando aprovecharon a ponerme la droga en la copa”, hace memoria el empresario, tratando de recordar algo que aparece borroso en su mente.
G. se quedó solo con las dos mujeres. Lo último que recuerda es estar sentado en el sillón y ver la cara de las dos a través de la copa dando el último sorbo antes de perder la conciencia. Según la reconstrucción horaria, eso se habría dado cerca de las 23. 12 horas después el empresario despertaría.
La víctima aseguró ante la policía que estaba vestido al momento de desvanecerse, sin embargo cuando se despertó estaba completamente desnudo. El departamento no estaba revuelto. Estaba todo en perfecto orden. Las ladronas fueron directamente adonde se guardaban los elementos de más valor. Además, se pudo determinar más tarde, las copas habían sido lavadas al igual que los picaportes.
La víctima fue atendida en el Sanatorio Otamendi ese mismo 25 de mayo en el que despertó inconsciente. Los estudios de orina que se le realizaron dieron como resultado que fue drogado con una benzodiazepina común, como, por ejemplo, clonazepam: “Según me dijeron los médicos fue tanta la cantidad que me podrían haber matado si tenía algún problema cardíaco”, aseguró.
Sobre el final de su declaración en la justicia, G. aportó un dato que puede ayudar a entender por qué las dos ladronas no necesitaron revolver el departamento y apuntaron directamente a donde estaban los objetos de valor. “Creo que una ex empleada mía tuvo algo que ver. Era la única que había tenido la oportunidad de ir en algún momento a mi casa. Ella conocía los lugares donde estaban las cosas caras. La eché de la empresa hace algunos meses y terminamos en muy malos términos”, aseguró.
El abogado de la víctima, Andrés Rabinovich, ya solicitó que se sume a la investigación la división especializada en defraudaciones y estafas de la Policía de la Ciudad. Además solicitó que la investigación sea calificada como un hurto en concurso real con tentativa de homicidio: la pastilla en el champán lo podría haber matado.
Por el momento el fiscal no llamó a declarar aún a la mujer señalada por el empresario como la entregadora. Está esperando recabar más información para, eventualmente, realizar una imputación.
Una de las pruebas más importantes con las que cuenta la Justicia son las cámaras de seguridad de la puerta del edificio y de las calles cercanas en las cuales se movieron las mujeres después del robo. Mientras tanto, las dos acusadas no fueron ni ubicadas ni identificadas. Solo se conocen sus caras, en sus fotos de perfil de WhatsApp.
Infobae
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Estaba ebrio, iba con otros seis jóvenes y despistó en Campo Ramón
Un joven, de 22 años, fue detenido luego de que despistó en la ruta provincial 103. El conductor estaba borracho e iba acompañado de seis jóvenes.
La Policía de Misiones detuvo anoche en Campo Ramón a Eric B., de 22 años, que conducía un auto en estado de ebriedad, llevando a bordo a otros seis jóvenes, despistó en la ruta provincial 103.
Conjuntamente con la División Seguridad Vial y Turismo, detuvieron preventivamente al joven, quien circulaba por la mencionada arteria, altura del Paraje Guaraypo, al mando de un vehículo Volkswagen Gol, acompañado por seis jóvenes, y por causas que se investigan, despistó y terminó sobre la banquina.
Tras dialogar los efectivos con el muchacho, observaron que estaba en aparente estado de ebriedad, por ello, se realizó el examen de alcoholemia y se labró el acta de infracción y se retuvo el automóvil. Afortunadamente no hubo lesionados.
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Denunció a su ex por abusar de su nena y él regresó a Misiones para llevársela
Hace un mes la denuncia fue remitida a la provincia de Santa Fe. Sin embargo el presunto abusador sigue libre y llegó ayer a la vivienda de la víctima con intenciones de viajar con la nena a Rosario.
Fabiana Da Silva, mamá de una niña de 7 años, denunció en febrero a su ex pareja Sergio Javier Do Santos, de 35, papá biológico de la nena, ante la Comisaría de la Mujer de Apóstoles por abusar de la menor en dos oportunidades, cuando se la llevó de vacaciones el año pasado a la ciudad de Rosario, Santa Fe, hacia donde fue girada la causa en noviembre de este año.
Los ultrajes del progenitor hacia la pequeña habrían sucedido en reiteradas oportunidades, primero en julio y después en diciembre del 2019, cuando el padre llegó a Misiones para llevarse a la niña a la ciudad en la que reside actualmente.
Al separarse, ella vino con su hija a Misiones y la pareja tramitó un régimen de visitas en Posadas y su ex se quedó en Rosario.
Luego del último viaje, en febrero de este año, al regresar a Misiones de sus vacaciones con su papá en Rosario, la nena le contó a su mamá lo que había sucedido, e inmediatamente la tutora se dirigió a hacer la exposición policial.
En diálogo exclusivo con La Voz de Misiones, la mamá de la pequeña relató angustiada la situación que vive por estas horas a la espera de que la Justicia actúe, ya que el acusado se presentó ayer en su vivienda para llevarse nuevamente a la nena hacia Rosario.
“Él se presentó ayer en mi casa con una supuesta orden de la Justicia, que yo no vi, y quería llevarse a mi hija, yo llamé a la policía y lo detuvieron”, comentó la mujer de 29 años y agregó: “Le dieron una orden de restricción y me dijeron que, si desde Rosario no llega una orden de un juez para que quede detenido, acá no pueden hacer nada y lo tienen que soltar”.
En este sentido, LVM pudo saber que, siete meses luego de realizada la denuncia inicial, el titular del juzgado de instrucción N°4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, se inhibió y envío la causa a la provincia de Santa Fe, desde donde hace un mes se esperan respuestas, ya que el denunciado sigue en libertad y pretende continuar vinculándose con la menor.
La causa
En esta línea, la mamá comentó que una semana después de la denuncia, se le hizo la Cámara Gesell a la víctima, cuyos resultados terminaron confirmando los dichos de la pequeña sobre lo que sería un abuso simple . Sin embargo, el presunto abusador sigue libre y con intenciones de volver a su lugar de residencia junto a su hija.
Además, la mujer señaló que éste la ningunea y la destrata: “‘Vos no tenés pruebas de que yo abusé de la nena porque no quedó mi ADN’”, enfatizó la madre.
En tanto, la progenitora relató que “estuvimos ocho años juntos y siempre me maltrató, nunca llegó abusar de mi, pero siempre fue un violento”, concluyó la denunciante.
El pedido de esta madre desesperada es que la Justicia actúe y evite que el denunciado pueda llevarse a su niña de nuevo a Rosario, donde habrían sucedido los abusos.
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Posadas: hallaron un cuerpo incinerado bajo neumáticos en el patio de una casa
Hallaron un cuerpo incinerado en el patio de una vivienda en el barrio Cruz del Sur de Posadas. Por el hecho, detuvieron al dueño de la casa y a su hija.
Este mediodía efectivos de la policía hallaron un cuerpo que era incinerado bajo neumáticos en el patio de una vivienda sobre la calle Perpetuo Fores, en el barrio Cruz del Sur de Posadas.
Según el parte de la Policía de Misiones, se tomó conocimiento a instancias de un vecino que aseguró haber visto un cuerpo quemándose, en el patio de una vivienda.
Los agentes irrumpieron en la propiedad y constataron que, efectivamente, en el patio del domicilio había neumáticos quemados y debajo de éstos los restos de una persona. La víctima todavía no fue identificada.
El dueño de la vivienda y su hija de 18 fueron demorados, aunque las sospechas recaen sobre el hombre porque al notar la llegada de los móviles policiales intentó escapar a bordo de una motocicleta.