POLICIALES
Por caminar de la mano, una patota persiguió y atacó a pareja gay
El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 31, en Almagro, cuando los jóvenes volvían de una fiesta. “Nos golpearon por odio”, dijo una de las víctimas.
BUENOS AIRES. Lo que debía ser el fin de una noche de diversión, terminó siendo una de terror para esta pareja. Reyvis Henrríquez (25) y Luis Martín caminaban de la mano por Almagro al salir de una fiesta, cuando sintieron que una patota, integrada por siete varones, los empezó a seguir.
Cuando llegaron a la esquina de Av. Córdoba y Bulnes, la patota los insulto y golpeó. Reyvis recibió una patada en la cara: “Después de darme una patada en la cara, se rieron de nosotros y empezamos a correr. Si hubieran querido robarnos, lo podrían haber hecho. No lo hicieron porque solo querían hacernos daño”.
“Es la primera vez que nos agreden de esta manera. La intención fue odiante. Nos persiguieron, nos gritaron y tuvieron la intención de acorralarnos”, recordó Reyvis, oriundo de Venezuela, al igual que su pareja”.
“Cuando nos dimos cuenta de que nos seguían, quisimos cruzar la calle en la esquina de Bulnes, pero el semáforo estaba rojo así que nos detuvimos a esperar. Ahí fue cuando volteé la cabeza y me llegó una patada en el ojo. Yo quedé en shock y Luis me tomó del brazo para que corriéramos”.
Según la perspectiva de Luis, la escena fue igual de violenta: “El chabón que atacó físicamente a Rey saltó en el aire. Fue una agresión de tirar a matar, porque la patada iba directo a pegarle a Rey en la cabeza. Casualmente, él volteó la cara y le dieron en el ojo que le quedó hinchado”.
Y agregó: “Nos insultaron, nos dijeron putos de mierda, entre otras cosas, y dejaron de seguirnos cuando empezamos a correr”.
Ese mismo día, por la tarde, Rey y Luis fueron a la Comisaría Nª 5 de la Policía de la Ciudad a hacer la denuncia que fue tipificada como denuncia “por lesiones leves”.
Allí les informaron que solo a través de la fiscalía podían acceder a un pedido de las cámaras de seguridad de la ciudad para intentar dar con sus agresores, pero que tendrían que esperar al lunes para hacerlo.
La denuncia se registró en la Policía y todavía esperan la homologación por parte de la fiscalía para poder avanzar hacia la Defensoría LGBT.
Manuel Mireles, docente de Desarrollo de las Comunidades en el Bachillerato Popular trans Mocha Celis y amigo de los agredidos, estuvo presente junto a Rey y Luis en todo momento.
“Yo seguía en la fiesta en Shamrock cuando los atacaron, pero en cuanto me enteré me ofrecí a ir con ellos a todos lados. Al día siguiente llamamos a la Defensoría LGBT para que se hiciera un seguimiento del caso, pero necesitaban la denuncia y los aportes de la fiscalía”, contó.
“Rey estaba muy movilizado entre la rabia, el enojo y el malestar de tener un ojo inflamado”.
Y afirmó con respecto a la situación, que “Es más que la incomodidad, o que te quieran humillar, sino también que te quede un ojo de la cara morado, con un hematoma grande y otras secuelas. Rey y Luis estuvieron llorando, asustados, y este no es un caso aislado. Es otro ataque de odio”.
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