POLICIALES
Alerta Misiones: préstamos “gota a gota” que los colombianos cobran con violencia
BUENOS AIRES y POSADAS. Hace ya varios años, la población misionera fue sorprendida por la aparición de vendedores callejeros de muebles que, en casos, ofrecen amplias facilidades para la compra, a la par que tientan a los clientes con interesantes préstamos de plata en mano, en cantidades pequeñas.
Todo indica que una actividad acompaña a la otra como una manera de enmascarar la operatoria principal: el préstamo de dinero, bajo un sistema conocido como “gota a gota” ya que se basa en la aplicación de un interés diario de hasta el 10 por ciento.
Pero no todos los comerciantes colombianos que recorren las calles de Posadas, y otras ciudades importantes del interior misionero, se dedican a pergeñar maniobras para cazar incautos que después deben pagar un alto precio, no solamente en moneda sino también por agresiones.
Un informe publicado por el sitio Infobae, reveló que sistema “a la colombiana” para conseguir dinero ya se cobró vidas y fue ideado por los carteles de drogas que usaban esta modalidad para blanquear dinero, pero en nuestro país estaría detrás algunas financieras de dudosa reputación.
Los cabecillas locales de estas organizaciones –porque son varias- son ciudadanos colombianos que llegaron a la Argentina, desplazados del suyo, y ya hicieron pie también en Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia. Antes habían extendido sus tentáculos corruptos a México y Centroamérica.
Los préstamos “por goteo” o “gota a gota” constituyen una modalidad de usura que pone en riesgo no sólo el patrimonio de los eventuales damnificados, sino también la integridad física y hasta la propia vida en caso de incumplimiento, según observaciones de las autoridades.
El potencial cliente recibe el dinero sin necesidad de presentar avales o garantías, prácticamente a sola firma. Sin mayores precauciones ni trámite, el capital otorgado –entre los $2.000 a los $60.000– se entrega rápidamente, lo que actúa como un incentivo para la persona que tiene necesidad de acceder a esa suma de dinero.
Todo indica que la totalidad de los casos registrados en el ámbito local tiene como denominador común el ofrecimiento de pequeñas sumas de dinero por parte de vendedores ambulantes de muebles –en algunos casos la práctica incluye la entrega de éstos en cuotas-, actividad que actúa como fachada para el ingreso de la víctima.
La cancelación del préstamo se realiza a través de cuotas periódicas –pueden ser diarias, semanales o mensuales- por una tasa excesiva que, en algunos casos, quintuplica a la oficial. El cobro lo realiza en forma personal el prestamista o un emisario de éste.
En causas judiciales que están en trámite, el cobro de las cuotas se realizaron a través de matones contratados por las organizaciones para castigar hasta llegar casi a matar a los humildes clientes que se vieron estafados en su buena voluntad y no pueden de ninguna manera pagar los abusivos intereses del préstamo. Según las causas judiciales, varias de esas personas, apenas comprendían lo que firmaban.
Comentarios
comentarios