Una familia necesitó $38.960 para no ser pobre, pero más todavía en el NEA

El cálculo es de diciembre 2019, apenas un punto por debajo de la inflación anual. En el año que pasó, los precios en el NEA aumentaron cuatro puntos más que la media nacional. Por eso se estima que en dicha zona los ingresos deben ser mayores para no ser pobre.

BUENOS AIRES y POSADAS. Una familia tipo necesitó ingresos por 38.960 pesos para no caer en la pobreza, pero este requisito sería mayor en las provincias del Nordeste argentino donde la inflación fue casi cuatro puntos más que la media nacional.

El dato de la zona de Misiones, Chaco, Corrientes, Formosa no aparece desglosada dado que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) mide Buenos Aires como parámetro para el resto del país.

El organismo remarcó que el promedio inflacionario de 2019 fue de 53,8 por ciento, contra 57,6 por ciento del NEA y, si se tiene en cuenta la incidencia de la evolución de los precios, se desprende que en dicha región serán necesarios ingresos mayores a los 38.960 pesos para no ser pobre.

De acuerdo con el IDEC, en diciembre de 2019 el valor de la canasta básica de alimentos (CBA) se incrementó 3,2% con respecto al mes anterior, mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 3,6%.

Con este incremento durante el último mes de 2019 una familia tipo necesitó un ingreso no menor de los $38.960 para no quedar debajo de la línea de pobreza.

El informe señala que en el acumulado anual de 2019, ambos indicadores que miden los ingresos necesarios para poder superar la línea de indigencia y de pobreza se incrementaron 52,8%.

El primero de los casos en diciembre de 2018 hacían falta ingresos por $10.197 y $25.493 para no caer en la indigencia ni en la pobreza y para finales de 2019 esas cifras se habían incrementado a $15.584 y 38.960 pesos.

El dato llamativo es que en las dos mediciones el indicador acumulado quedó por debajo de la inflación de 2019, que alcanzó el 54,5 por ciento. Buena parte de esto se podría explicarse en los programas de precios y el congelamiento de las tarifas tanto de servicios como de transporte.

La CBA se ha determinado tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades.

La CBT reúne además de una cantidad mínima de alimentos y bebidas, una cantidad indispensable de indumentaria y el pago de transporte, para no caer por debajo de la línea de pobreza.

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