NACIONALES
La fórmula F-F desató un revuelo en Alternativa con Lavagna, y Macri sonríe
Las divergencias dieron cierto alivio al macrismo, siempre en el centro por sus escasos aciertos. Lavagna se enojó con Schiaretti y los peronistas federales están al borde del quiebre. Llamaron a Scioli y a Tinelli. Alberto y Cristina sigue de cerca.
BUENOS AIRES. A pocos días del anuncio de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, se desató un revuelo en el tablero político de la Argentina que refleja la profunda repercusión que provocó aquél anticipo, tanto en las filas de la oposición como en el oficialismo.
Por un lado, en las últimas horas Roberto Lavagna no pudo ocultar su enojo con sus, hasta entonces, potenciales socios de Alternativa Federal, debido a la convocatoria que hizo este sector a Daniel Scioli y hasta al conductor de TV Marcelo Tinelli.
El ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner ratificó su distancia con el grupo de Schiaretti, Massa, Pichetto y Urtubey, dejándolos al borde de la ruptura después de dos días frenéticos de reuniones en las que no lograron llegar a un acuerdo.
Lavagna llegó a insinuar que el cordobés, en representación de su espacio, acordó con el gobierno de Mauricio Macri. Según Lavagna, lo hizo al mostrarse junto a él ayer en la Casa Rosada y luego difundir sus “seis puntos” para llegar a un acuerdo nacional.
Dijo: “Fuimos los primeros en contestar a Macri sus puntos para el acuerdo. En ellos no figura la palabra ‘crecimiento’, ni ‘creación de trabajo’… no figura la educación. No podemos aprobar esos 10 puntos. Las prioridades no están ahí”.
Y fue más allá al advertir que “ayer, en representación de Alternativa Federal acordaron con el Presidente esos 10 puntos que terminaron reduciendo a 6. Básicamente se relacionan al ajuste y pago a los acreedores”.
También criticó la convocatoria que Schiaretti hizo a figuras como Daniel Scioli. En rigor, la misma crítica surgió desde el entorno de Margarita Stolbizer y Miguel Lifschitz, que fueron invitados a la cumbre de Alternativa pese a que trabajan en el espacio de Lavagna.
A todo ello se agrega la proximidad de la convención de la Unión Cívica Radical (UCR), prevista para el lunes próximo, donde se analizará la marcha de la alianza con el PRO, su posible ampliación y en caso extremo la ruptura, como plantean algunos sectores internos.
Mientras tanto, Mauricio Macri alquiló una platea para monitorea la pelea política que protagonizan Roberto Lavagna y Alternativa Federal, en una puja política que por primera vez desde asumió no lo tiene como puching-ball, como sucede con frecuencia por sus desaciertos de gobierno.
El presidente espera que decante la interna partidaria que ya se apropió de la convención del radicalismo, en tanto considera necesario que Alternativa Federal se consolide como una tercera propuesta electoral, pero a su vez evalúa como un beneficio personal que Lavagna exhiba en público sus diferencias con Juan Schiaretti, el arquitecto político que diseña la estrategia para enfrentar desde el peronismo racional a la fórmula cada vez más sólida Fernández-Fernández.
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