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“Hay gato para rato”, desafió Mauricio Macri al ponerse a la cabeza de la oposición
En su discurso agradeció a los gobernadores radicales, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés, que por distintas razones no estuvieron presentes. Tampoco el presidente del interbloque, Mario Negri.
BUENOS AIRES (Diarios y agencias). El presidente Mauricio Macri dejó sentado este lunes su propósito de convertirse en cabeza de la oposición a partir del 10 de diciembre, ya que “desde el 2003 que están diciendo que me voy de la política” pero “hay gato para rato”, señaló.
Macri presidió una reunión de gabinete ampliado que se realizó en la Sala Sinfónica del CCK, donde al cerrar su discurso fue ovacionado por una multitud de funcionarios y legisladores que colmaron los espacios y otros tanto quedaron afuera del encuentro.
El acto empezó con discursos de la vicepresidenta Gabriela Michetti, la gobernadora saliente María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que logró reelegir. Por lo que trascendió, los tres no pudieron evitar un tono melancólico.
En cambio, el compañero de fórmula Miguel Angel Pichetto, dio el tono político y aguerrido a la tarde, diciendo que “todo lo que hacemos es para tomar el poder, adonde vamos a volver“.
Macri dio su último discurso ante el Gabinete ampliado, provocando los aplausos eufóricos de funcionarios y legisladores que colmaron como nunca antes la Sala Sinfónica del CCK, con gente que tuvo que sentarse en las escaleras o quedar directamente afuera.
Antes de que hablara Macri, se trasmitió un video muy emotivo donde se mostraron las marchas por las 30 ciudades que movilizaron al electorado con el “Sí, se puede”.
Y después de agradecer a su equipo ampliado, el Presidente aseguró que “nos vamos con la conciencia tranquila y con las manos limpias, porque gobernamos con honestidad”, “cambiamos la cultura política” y “no atropellamos a nadie cuando estuvimos en el poder”.
También pidió que, ahora que estarán en la oposición, tienen la obligación de hacer una oposición responsable. “No podemos hacer declaraciones fuertes, nuestras respuestas tienen que ser fundamentadas en ideas, en nuestras ideas, tenemos que ser razonables y tranquilos”, le dijo a las más de mil personas que lo escuchaban.
Y puntualizó que “tenemos que ser defender los valores del 41% del electorado que nos votó, porque nos debemos a ellos”.
El Presidente estaba emocionado pero entero, no tenía un tono nostalgioso, y más bien parecía decidido a mostrar los caminos para seguir adelante, contrastando con el discurso que hizo Vidal, que más bien pareció un discurso de despedida porque “todo esto implica que viene algo nuevo”.
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