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Habló la mujer de un chofer y cayeron ex funcionarios y empresarios por coimas millonarias
BUENOS AIRES (Agencias). La confesión de la mujer despechada de un ex chofer, encargado de repartir el dinero de las coimas entre ex funcionarios del kirchnerismo y empresarios, desató una cadena de detenciones entre la noche del martes y hoy, dispuestas por el juez Claudio Bonadío.
Las investigaciones que determinaron las aprehensiones, entre éstas la del misionero Oscar Thomas, ex director de Yacyretá, se habrían originado en el aporte de la ex pareja de Oscar Bernardo Centeno, colaborador de Roberto Baratta, ex secretario de Coordinación de la cartera de que manejaba Julio De Vido, actualmente en prisión.
En los primeros procedimientos fueron detenidos además de Centeno y Baratta, Walter Fagyas, ex presidente de Enarsa y otros ex integrantes de la nómina del ministerio de Planificación que encabezó e Vido, entre otros importantes empresarios ligados a los negocios de energía y obra pública.
También cayeron Gerardo Ferreyra, dueño de Electroingeniería, una de las firmas que más creció durante el kirchnerismo y de Javier Sánchez Caballero, quien fuera gerente general de IECSA, la empresa constructora que perteneció a la familia del presidente Mauricio Macri.
Al anochecer, solamente estaban pendientes las notificaciones a Carlos Wagner, de la empresa ESUCO, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción; a Francisco Valenti, de Industrias Pescarmona, y al misionero Oscar Thomas, cuyos paraderos se desconocía.
De acuerdo con distintas fuentes policiales, los citados integran una lista de quince personas fueron requeridas por el juez Bonadío, todas ellas relacionadas con la causa en la que se denunció que Centeno llevaba y traía bolsos con dinero bajo las órdenes de Baratta.
La investigación se inició a partir de la declaración judicial de H.H., ex mujer de Centeno, quien en noviembre pasado relató que el chofer le contaba en la intimidad cómo junto a Baratta y otros ex funcionarios de Planificación, llevaban y traían en autos oficiales bolsos repletos de dinero en efectivo. La sospecha es que eran coimas.
Según se supo en marzo de este año un periodista del diario La Nación le hizo entrega al fiscal Carlos Stornelli de copias de varios cuadernos que, según explicó, un allegado a Centeno había guardado en su casa a pedido del chofer de Baratta quien temía que hallaran sus anotaciones en su casa. El allegado hizo fotocopias y luego, cuando Centeno se lo solicitó, devolvió los cuadernos.
Allí Centeno –que había iniciado su relación con el mundo de Planificación como remisero de la madre de Julio De Vido– hizo una verdadera bitácora de la corrupción. Fue anotando con lujo de detalles –desde 2008 hasta 2015– cada uno de los viajes que hacían juntando bolsos con dinero. De puño y letra escribió las direcciones de las empresas a donde iban a buscar los bolsos y de los lugares donde los dejaban. A veces veía el dinero y otras veces suponía que había dinero. O sus compañeros de travesía le contaban qué habían transportado.
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