El Senado aprobó el paquete de leyes económicas del Ejecutivo y Cristina se opuso

En la última sesión del año, el Senado de la Nación le dio luz verde al paquete de leyes económicas impulsadas por el Poder Ejecutivo, en el que figuró la Reforma Tributaria, la prórroga del Impuesto al Cheque y el Presupuesto 2018, con la oposición de la ex presidenta Cristina de Kirchner.

La ex mandataria protagonizó cruces discursivos con la presidenta del cuerpo, Gabriela Michetti, y con su ex delfín Miguel Ángel Pichetto, durante el debate cuya primer votación fue 52 votos a favor de la Reforma Tributaria, correspondientes al oficialismo y parte del justicialismo 15 en contra y una abstención.

Después pasó el Presupuesto que fue aprobado con los votos favorables del oficialismo y de una parte del Bloque Justicialista, por  54 votos y 14 en contra, en tanto que al final se aprobó la ley que prorroga el impuesto al cheque hasta 2022 y destina el total de su recaudación al sistema previsional por 65 votos a favor, 2 en contra y una abstención.

En el inicio del debate, Esteban Bullrich  dijo: “nuestra visión debe enmarcarse sobre los ejes que se ha fijado el gobierno nacional, terminar con la pobreza, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos”, recalcó y afirmó que “la pobreza es la peor vulneración de los derechos humanos”.

“La inflación, que estamos reduciendo, era el impuesto más dañino para el crecimiento y para aumentar el empleo formal”, expresó en su discurso, y ratificó que el Presupuesto 2018 contempla “una caída del déficit para un crecimiento económico sustentable”.

Anabel Fernández Sagasti, en representación del kirchnerismo, se mostró “sorprendida” por lo que calificó como “un discurso que pareció un conglomerado de frases inconexas” y acusó al Gobierno de “representar los intereses de las grandes corporaciones”.

El discurso más duro por parte de la oposición fue el de Cristina Kirchner, quien retornó al Senado para cumplir su tercer mandato. La ex presidente solicitó una cuestión de privilegio para referirse a su pedido de desafuero y detención, ordenado por el juez Claudio Bonadío: “Los fueros no son de los legisladores, sino del cuerpo, del parlamento. El cuerpo, a través de los fueros, quiere custodiar que la votación, la voluntad del cuerpo, no sea alterada por elementos de la política. Entonces no pueden ser renunciados por ningún legislador. Debo tener muchos defectos, pero la incoherencia no es uno de ellos”, dijo.

En un tramo, la ex presidenta se refirió a Gabriela Michetti, vicepresidente de la Nación y presidente del cuerpo legislativo, a quien le esputó: “no me gusta nada el gobierno que ustedes hacen”. Y defendió la firma del memorándum con Irán mencionando lo hecho por Michetti en Qatar: “Fue un instrumento público, estatal, de derecho internacional que es similar al que usted firmó con Qatar”. Ante esto, la vicepresidente se defendió: “Para su aclaración yo no firmé el acuerdo con Qatar”.

Los cruces con Michetti  continuaron, hasta que en el cierre Pichetto defendió a los gobernadores que apoyaron las reformas del Gobierno: “no puedo subestimar a los gobernadores. Gobiernan con convicción, tratando de defender los intereses y los recursos”, dijo.

El presidente del bloque radical, Ángel Rozas, defendió el rumbo económico aunque resaltó que “la Argentina debe empezar a buscar su equilibrio fiscal”. El legislador hizo referencia al 30 por ciento de pobreza que heredó este Gobierno”. Agregó: “no resiste el menor análisis que algunos cambios tenemos que propiciar”.

Al final el presidente del interbloque Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff, expresó que “sincerar y ordenar tiene costos, pero son los costos que se deben asumir cuando se gobierna pensando en el futuro y no solamente en el corto plazo”.

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