De la mano de Macri, Argentina vuelve al FMI que prepara una batería de condiciones

BUENOS AIRES. El presidente Mauricio Macri anunció hoy que el país volverá a pedir ayuda externa al Fondo Monetario Internacional (FM), en medio de una crisis provocada por la fuga de capitales, aunque los especialistas dijeron que cualquier aporte será una aspirina ya que vendrá acompañada de fuertes condicionamientos.

Al dar a conocer su decisión, el Presidente dijo que se había postulado para “trabajar todos los días para que cada argentino pueda vivir mejor”, tras lo cual afirmó que “estamos recorriendo el único camino posible para salir del estancamiento”.

Remarcó que su gestión implementó “una política económica gradualista que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en las cuentas públicas. Esta política depende mucho del financiamiento externo”, expresó, previendo un pedido de unos 30.000 millones de dólares, según se estimó.

Luego explicó que “durante los dos primeros años tuvimos contexto favorable y eso hoy está cambiando. Está subiendo la tasa de interés, está subiendo el petróleo, entre otras variables que nosotros no manejamos. Somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo”.

“Frente a esta nueva situación he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue línea de apoyo financiero”, señaló, y agregó que “hace minutos hablé con (Cristina) Lagarde y me confirmó que trabajaremos hoy mismo en un acuerdo”.

El mandatario añadió que un acuerdo con el FMI “nos dará mayor respaldo para evitar crisis como hemos tenido en nuestra historia” y en un mensaje a la dirigencia, dijo que “cumpliendo con los compromisos alejándonos de la demagogia y la mentira, estoy convencido que el camino que tomamos va a lograr un mejor futuro para todos”.

Tras el discurso, el dólar cerró a 22,90 pesos luego de haber alcanzado los 23,70, en tanto que el Riesgo País calculado por el banco estadounidense especializado en inversiones JP Morgan Chase subió hasta los 485 puntos básicos y superaba así al que dejó el kirchnerismo en 2015.

La suba de este Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés) se da cuando disminuye la certeza de que el país podrá honrar sus obligaciones de deuda externa sin inconvenientes.

El economista Germán Fermo, director del MBA de la UCEMA, dijo que “en el corto plazo el financiamiento del FMI va a ayudar. En el largo plazo va a tener que estar combinado con decisiones impostergables en el frente fiscal. Es decir, probablemente calme al mercado en el cortísimo plazo, pero sin cambiar el frente fiscal no sirve”.

En cambio, Luís Secco, señaló que “una línea contingente demanda menos condicionalidades, pero lo que podría servir para calmar mercados puede tener un efecto contrario sobre la dinámica política interna”.

El ex presidente del Banco Central Martín Redrado apuntó que “ir al FMI muestra que se busca recuperar la credibilidad perdida fuera del país. Es un paso atrás”, y advirtió que hay que poner “atención a las condicionalidades”.

Indicó que la vuelta al Fondo significa “una oportunidad perdida”, pues “no se trabajó de manera preventiva con otros multilaterales como Banco Mundial o BID”.

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