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Cae banda narco misionera por error de su guía espiritual
Fue un megaoperativo en Tucumán y en la tierra colorada. Dos choferes de colectivos posadeños están detenidos. Un hombre oriundo de Puerto Esperanza y su “chamán” personal, como así también el hijo de éste último y tres choferes de colectivo de larga distancia (dos con domicilio en Posadas), terminaron tras las rejas acusados de integrar una poderosa y temida banda narco que operaba en suelo misionero y en Tucumán.
El megaoperativo, que recién salió a la luz en las últimas horas debido al reporte del mencionado matutino, se mantuvo en estricto secreto de sumario judicial y estuvo a cargo de la Policía Federal. Fue en el marco de una extensa investigación que derivó en la detención de 19 personas, entre ellos los cabecillas e integrantes del denominado “Clan Reyna”, uno de los grupos sospechados de manejar el narcomenudeo en el barrio Juan XXIII (La Bombilla), en la provincia de Tucumán.
El “papel” de los misioneros
Para poder tener en claro qué papel jugaban los sujetos arrestados oriundos de Misiones en la citada organización delictiva, se debe aclarar que para la Justicia eran proveedores de la droga para el “Clan Reyna” en Tucumán. Otra parte de la banda tenía base en la provincia de Buenos Aires. Este operativo, que fue pedido por el fiscal federal Pablo Camuña y autorizado por el juez federal Daniel Bejas, se mantuvo en secreto porque pretendían atrapar a todos los eslabones de esta intrincada cadena de narcotráfico. Finalmente, lo lograron y el fin de semana pasado el caso se cerró con la captura de los tucumanos.
Los choferes
En la causa figuran tres choferes de una empresa de larga distancia detenidos bajo sospecha de trasladar la droga, marihuana más precisamente. Dos de los involucrados registran domicilio en Misiones, más precisamente en los barrios San Isidro y Yacyretá de Posadas. Al parecer, cargaban el estupefaciente en la bodega de los micros en el Alto Paraná misionero y de allí lo transportaban a Buenos Aires. Luego, y por otra ruta menos controlada, llevaban la droga a Tucumán.
Quien es “El Maestro”
El denominado “engranaje misionero” en la banda tenía como partícipes -siempre de acuerdo al informe del diario La Gaceta- al sujeto radicado en inmediaciones de Puerto Esperanza, su chamán, apodado “El Maestro” y que, según los efectivos, les avisaba cuando debían trasladar la droga a los tres choferes de colectivos. Conforme a la investigación judicial, el grupo adquiría la marihuana en Paraguay y la ingresaban al país en balsas o en lanchas. Una vez en tierra, era trasladada en camioneta hasta un centro de acopio en una zona de monte en el Alto Paraná misionero. Allí se mantenía oculta hasta que aparecía un comprador.
En este caso, se había pactado el envío de 150 kilos de esa droga, pero por el decomiso de unos 120, terminaron enviando unos 30 y prometieron que a los pocos días completarían la cantidad con otra carga. El supuesto líder narco misionero, según los pesquisas, se caracterizaba por ser muy desconfiado. “Hasta le temía a su sombra”, indicó una fuente. Por ello, cada vez que debía entregar una carga, preguntaba por teléfono a su “chamán” cuándo debía hacerlo.
El “especialista u oráculo” le avisaba si era prudente o no, pero el cabecilla de la organización siempre le hacía caso. Las respuestas del asesor generaban demoras y problemas, porque cuando decía que sí, había que organizar el viaje y no siempre coincidía con las fechas de quienes la trasladaban, agregaron las fuentes. Una vez que el “chamán” autorizaba el envío, el acusado de ser el jefe narco debía contactarse con algunos de los tres choferes de micro de larga distancia que trabajarían con él. Los conductores, que cumplían con el servicio Misiones-Buenos Aires, habrían estado acostumbrados a cargar la droga en las bodegas y entregarlas en Retiro o en otra terminal de la gran ciudad. Se sospecha que los choferes habrían cobrado por viaje y no por peso.
Supuestamente, el hijo del “chamán” (también misionero) residía en Buenos Aires, se mantenía en contacto con los trabajadores del volante involucrados y acordaban un lugar de encuentro para entregar la droga. Normalmente era la terminal de Retiro, Liniers o Moreno. Luego otro nexo trasladaba la marihuana hasta la Villa Zavaleta, donde tenía el centro de acopio. Habría vendido la droga a redes de narcomenudeo de diferentes provincias. Los federales lo detuvieron cuando estaba acomodando unos 30 kilos de “hierba maldita” en su VW Bora, en la banquina de la autopista Buenos Aires-La Plata.
De acuerdo a la investigación, los Reyna podrían haberse provisto de marihuana de este grupo y de allí la llevaban a Tucumán. Hay dos detenidos en esta última provincia: “El Mono” y su pareja “Lorena”, quienes están acusados de ser los cabecillas del citado Clan. La pareja habría sido la responsables de cerrar acuerdos con el misionero. Un tal “Frank” habría sido el encargado de llevar la sustancia desde Buenos Aires a suelo tucumano y por una ruta que normalmente está menos controlada.
Cuántos detenidos tiene la causa
En total, se informó que hay 19 personas tras las rejas, cinco de ellas que pertenecen a la banda de proveedores (el narco misionero, su “chamán” y los tres choferes) y los restantes, en los operativos que se desarrollaron el pasado sábado en Tucumán. También se encuentra aprehendido el hijo del “chamán” y al menos siete integrantes del “Clan Reyna”, informaron las fuentes.
Un dato llamativo: por falta de lugar de detención, a varias de las mujeres que completan la cantidad de apresados se les tuvo que otorgar el arresto domiciliario.
Superstición
Los narcos, además de ser supersticiosos, rinden culto a varias figuras, la mayoría de ellas no reconocidas por la Iglesia. Copiando la tradición de los mexicanos y colombianos, los líderes narco veneran a San Judas Tadeo, conocido como el santo de las causas perdidas; Malverde, considerado como el protector de los que trafican de drogas; y la Santa Muerte. El Gauchito Gil es su máximo protector en estas tierras. También acuden al servicio de curanderos. En el caso del narco detenido en Misiones, su “chamán” o “asesor espiritual” no fue tan certero. Falló en su pálpito y todo el grupo fue desarticulado y puesto tras las rejas.
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