LA REGIÓN
Nueva tragedia ambiental en Brasil: Petróleo contamina kilómetros de costas del nordeste
El derrame de petróleo pone a Brasil nuevamente en el centro de atención por motivo de desastres ambientales, luego de los incendios en el Amazonas. Las primeras manchas del crudo comenzaron a aparecer el 2 de septiembre.
BRASIL. El derrame de crudo de origen desconocido ya afecta a Porto de Galinhas, la Playa de Suape y el Cabo de Santo Agostinho, en el litoral sur de Pernambuco. También llegó a los estados de Alagoas, Ceará, Piauí, Maranhao y Sergipe.
Derrames de petróleo de origen desconocido, que comenzaron hace ya un mes y medio, esboza un desastre ambiental sin precedentes en las playas del nordeste brasileño. Son 7.400 kilómetros de costas y la tercera parte, unos 2.000 kilómetros, están con sus arenas contaminadas por las manchas negras y oleosas.
La “mancha” llegó a los paraísos más frecuentados del Nordeste. Es el caso de Porto de Galinhas, la Playa de Suape y el Cabo de Santo Agostinho, en el litoral sur de Pernambuco. Pero los manchones negros aparecieron en Alagoas, en Río Grade del Norte, en Ceará, Piauí, Maranhao y Sergipe.
En Pernambuco, cuya capital es Recife, el miedo se propaga no solo entre los vecinos sino en el propio Gobierno de ese estado provincial. “Es el tercer día consecutivo que hemos conseguido retirar las manchas de altamar. Hoy avanzamos en la colecta de residuos porque el gobierno pudo contratar empresas para recoger el material”, declaró a la prensa el secretario de Medio Ambiente pernambucano José Bertotti. El funcionario provincial admitió que en varios locales “se observan enormes manchas negras en el mar. Y numerosos barriles de petróleo han llegado a la costa”.
Plan de emergencia
El Instituto del Medio Ambiente puso en marcha la semana pasada un plan de emergencia para desastres ambientales, creado en 2015, que prevé acciones de seguimiento por parte de la Armada como de empresas que actúan en la zona.
En tanto que las fiscalías federal y del Estado de Bahía interpusieron el martes una denuncia contra el Gobierno y el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de Recursos Ambientales (IBAMA) por los riesgos ambientales relacionados con el derrame.
“El gobierno se tomó demasiado tiempo para reaccionar. Es fundamental que los responsables sean identificados y que paguen por los daños, tanto ambientales como económicos”, dijo el biólogo Mario Moscatelli, alertando que el fenómeno podría traer un severo impacto para la pesca y el turismo.
Desde que asumió el poder el primero de enero, Jair Bolsonaro ha sido blanco de críticas por su política medioambiental y en agosto su gobierno enfrentó severos cuestionamientos de parte de la comunidad internacional tras el aumento de la deforestación y los focos de incendio en la Amazonia.
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