LA REGIÓN
Encerraba a su mujer y a sus niñas, la casa se incendió y murieron calcinadas
Ocurrió en el asentamiento Mate Cosido en la ciudad de Resistencia. El fuego no tardó en devorar una precaria vivienda en que se encontraban una mujer de 37 años y sus niñas de 8 y uno. El padre de las menores fue detenido.
CHACO. Un hecho dramático y trágico, cuyas causas y motivos se encuentran en plena investigación, causó escozor entre los habitantes del denominado asentamiento Mate Cosido de la zona sur de Resistencia, donde una mujer y sus dos hijas murieron calcinadas.
La precaria vivienda quedó completamente destruida. Una mujer y sus dos hijas perecieron.
El incendio se declaró alrededor de las 11 del lunes y las llamas fueron devastadoras para la precaria estructura que rápidamente ardió en su totalidad. La casita tipo rancho se levantaba en mencionado asentamiento, a pocos metros de la intersección de avenida Mac Lean y calle Tatú Carreta.
Imágenes que se difundieron en las redes sociales muestran la intensidad del fuego, mientras se escuchaban los gritos desesperados de vecinos que sabían que adentro había tres personas.
Dramático testimonio. La puerta quedó en pie, y puede notarse el candado puesto del lado de afuera.
La policía y los bomberos acudieron con premura al lugar, pero poco pudieron hacer. Una vez sofocadas las llamas todo estaba arrasado, y al inspeccionar el sitio confirmaron la muerte de las tres mujeres.
Las víctimas serían identificadas como Griselda Sosa, de 37 años, y sus hijas Jazmín y Brisa, de 8 y un año respectivamente.
Detención del padre de las niñas
Con el correr de las horas la investigación dio una rápida sorpresa al informarse que fue detenido un hombre identificado como Ramón Torres, de 48 años, pareja de la mujer y padre de las niñas. La acusación en primera instancia sobre él es por “supuesto homicidio culposo”.
La justicia se maneja con cautela, y esta primera carátula responde a un hecho impactante: El hombre había dejado a las mujeres encerradas con un candado desde afuera.
Esta, lamentablemente, sería una práctica habitual del hombre que temprano salía de su casa para realizar sus tareas cotidianas y no estaría relacionada con el inicio del fuego en horas cercanas al mediodía.
Como mudo y escalofriante testigo de lo ocurrido, quedó en pie la puerta del rancho, con el candado colocado.
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