JUDICIALES
Ex jugador y campeón con Crucero y Guaraní a juicio por homicidio
Ricardo Balor, juez de Instrucción de Posadas, decretó el auto de elvación a juicio al posadeño Ángel Clemente Rojas, detenido e imputado por el asesinato de un linyera ocurrido el 20 de octubre de 2019. Su novia Romina Verón fue sobreseída.
POSADAS. Rojas e Inocencio Cabral, el otro imputado que tiene la causa, deberán enfrentar el juicio oral en los próximos meses, el ex futbolista acusado de ser el actor material, mientras que a Cabral se lo acusa de ser el cómplice. Mientras que la pareja del ex Crucero y Guaraní, Romina Verón quedó desvinculada definitivamente.
El ex barra de La Franja es señalado como el autor material de los cuchillazos que recibió Daniel Alejandro Soza de 27 años, un linyera que estaba en situación de calle. El hecho ocurrió en la avenida Bustamante, entre Lavalle y Gomez Portinho. El móvil del asesinato habría sido un comentario que hizo hecho Soza sobre Verón, novia del acusado.
Inocencio Cabral, un ex remissero de nacionalidad paraguaya, es quien llevó a la pareja al lugar del asesinato y una vez consumido el mismo los trasladó de la escena del crimen, es por ello que aparece en la causa como cómplice.
Ex jugador, ex convicto y devoto del Gauchito Gil
Ángel Rojas es un ex jugador de fútbol, quien logró salir campeón con Guaraní Antonio Franco y Crucero del Norte, pero en la actualidad vivía en condiciones similares a la persona que habría asesinado.
Algunos lo definieron como un gran delantero, pero con poca conducta. Su paso por La Franja fue muy fugaz, en los 2000.
En Crucero del Norte se consagró campeón de la Liga Posadeña en 2004, el primero de los títulos de la institución, cuando el Colectivero se impuso por penales ante el equipo de Villa Sarita y accedió al denominado Torneo del Interior del año siguiente.
Devoto del Gauchito Gil y ex convicto (cumplió su condena), en una entrevista en enero del 2014, cuando participó de una celebración en el predio del santo sobre la avenida Las Américas de Garupá. Justamente allí, en el barrio Ñu Porá, tiene su domicilio.
Con tatuajes con tinta desgastada (al parecer tumberos) en ese momento Rojas contó sobre sus logros deportivos y señaló que los 12 años anteriores había viajado a Mercedes para rendirle homenaje al santo criollo en su santuario mayor.
Los años y las adicciones, dijeron los que lo conocían, los llevaron por malos senderos y en la actualidad no tenía rumbo ni hogar fijo.
Junto a la mujer detenida, quien es su pareja, cuidaba autos en cercanías a la Placita del Puente (donde fueron detenidos) y ganaban sus pesos con los negocios que allí se presentan.
Por esta razón conocían al remisero extranjero también detenido, a quien los investigadores lo señalaron como un pasero. No se sabe a ciencia cierta qué relación tenía con la víctima. Si, que en la chacra vive su suegro, padre de la detenida, y que por esa razón se encontraba en el lugar.
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