Miembros de la ONU son acusados ​​de condicionar comida y agua a cambio de sexo en Siria

La BBC recogió relatos de personas y representantes de entidades que afirman que comida y agua son ofrecidas a cambio de favores sexuales; las organizaciones afirman que no toleran ningún tipo de violencia.

Las mujeres fueron explotadas sexualmente por hombres que prestan servicios y actúan en nombre de las Naciones Unidas y de otras organizaciones internacionales de caridad en Siria.

Los informes recogidos por la BBC revelan que la comida y el agua son ofrecidos a cambio de sexo en la región. Y, a pesar de alertas de abuso realizadas hace tres años, casos similares continúan siendo reportados en el sur del país, según un informe lanzado este año sobre la base de datos reunidos en 2017.

Las agencias vinculadas a la ONU e instituciones de caridad mencionadas afirman que no toleran ningún tipo de violencia y se defienden diciendo que no son conscientes de casos concretos de abusos que involucran a sus respectivas organizaciones asociadas en la región.

Según los informes hechos a la BBC, casos de explotación sexual son tan recurrentes que algunas mujeres sirias se niegan a ir a los centros de distribución de suministros. Temen que la gente suponga que ellas van al lugar para ofrecer su propio cuerpo y así poder volver a casa con víveres y medicinas.

Danielle Spencer dice haber escuchado relatos que condicionaban ayuda humanitaria al sexo aún en 2015 y los reportó a las agencias de la ONU. Danielle Spencer dice haber escuchado relatos que condicionaban ayuda humanitaria al sexo aún en 2015 y los reportó a las agencias de la ONU.
Una persona que trabaja en la región afirma que algunas organizaciones están simplemente cerrando los ojos para los casos de abusos y explotación sexual porque la única forma de llevar ayuda a las áreas más peligrosas de Siria es por medio de autoridades locales y de terceros.

En las áreas donde el conflicto es más intenso, funcionarios de las organizaciones no gubernamentales internacionales difícilmente tienen acceso. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), organismo de la ONU responsable de cuestiones poblacionales, produjo un informe para evaluar la violencia de género en la región en 2017 y concluyó que la asistencia humanitaria se está ofreciendo a cambio de sexo en varias regiones de Siria .

El informe, titulado Voces de Siria 2018 (Voces de Siria en 2018, en portugués) afirma que “hay ejemplos de mujeres y niñas que se casan oficialmente por un corto período de tiempo para proporcionar ‘servicios sexuales’ a cambio de comidas, agentes pidiendo los números de teléfono de mujeres y chicas, de ofertas de viaje hasta en casa a cambio de pasar la noche con ellas.

El documento dice además que las mujeres sin un protector del sexo masculino, como las viudas y divorciadas, o las que fueron forzadas a abandonar sus casas, son más vulnerables a la explotación sexual.

Denuncias antiguas
Los primeros casos fueron denunciados hace tres años. Danielle Spencer trabajaba como consultora para asuntos humanitarios para una institución de caridad cuando escuchó relatos de un grupo de mujeres sirias en un campo de refugiados en Jordania en marzo de 2015. Ellas contaron a Spencer que hombres que trabajaban para el gobierno local de áreas como Dara’a y Quneitra condicionaron ayuda humanitaria al sexo.

“Ellos estaban reteniendo ayuda que había sido entregada a ellos y usando a esas mujeres para el sexo”, dice Spencer. “Algunas habían vivido eso, otras estaban desesperadas”, dice ella.

Spencer se acuerda de una mujer que no pudo contener las lágrimas durante la conversación. “Ella estaba arrasada con lo que sucedió”, cuenta. Para la profesional, las mujeres y los niños necesitan protección cuando están tratando de recibir comida, jabón y elementos básicos para vivir.

Agencias vinculadas a la ONU e instituciones de caridad afirman que no toleran ningún tipo de violencia (Foto: BBC) Agencias vinculadas a la ONU e instituciones de caridad afirman que no toleran ningún tipo de violencia (Foto: BBC)
Agencias vinculadas a la ONU e instituciones de caridad afirman que no toleran ningún tipo de violencia (Foto: BBC)

“La última cosa que usted necesita es un hombre en quien usted debería confiar y que debería ayudarle pidiéndole para tener sexo con él y reteniendo todos los elementos que deberían ser entregados a usted”, afirma. Spencer es enfática al decir que ese intercambio de ayuda por sexo “era tan endémico que las mujeres eran estigmatizadas”. “Estaba subentendido que, al ir a los centros de distribución, usted debería someterse a algún tipo de acto sexual para ganar algo.”

En junio de 2015, el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés) hizo una encuesta con 190 mujeres en Dara’a y Quneitra. El informe producido por la entidad indicó que el 40% de las víctimas de violencia sexual relataron que la experiencia se produjo en un centro de distribución de ayuda humanitaria en el momento en que fueron a buscar suministros.

La IRC, por medio de un portavoz, informó que la evaluación concluyó que “la violencia sexual era una preocupación generalizada e incluía diferentes tipos de servicios ofrecidos en el sur de Siria, entre ellos la distribución de ayuda humanitaria”.

La BBC tuvo acceso a al menos dos informes con informes y alertas sobre violencia sexual en centros de distribución de ayuda que se presentaron en un encuentro de agencias de la ONU e instituciones de caridad celebrado en Jordania el 15 de julio de 2015. El evento fue organizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Como resultado de la reunión, algunas organizaciones reforzaron los procedimientos. La IRC dijo que, para dejar las propias operaciones más seguras, lanzó programas y sistemas para proteger a las mujeres en el sur de Siria. “Estos programas siguen siendo financiados por una serie de donantes, entre ellos el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido.”

Abusos ignorados por años
La organización Care, con sede en Estados Unidos y actuación en 94 países, dice que amplió la fiscalización del equipo en Siria, creando mecanismos para presentar reclamaciones. También dejó de usar gobiernos locales para distribuir ayuda humanitaria.

Esta organización también dice haber pedido a las agencias de la ONU para que pueda hacer una investigación más detallada y desarrollar nuevos mecanismos para recoger denuncias. Pero, según la propia entidad, Care no consiguió autorización para conducir estudios en los campos de refugiados de Jordania.

Spencer argumenta que las autoridades cerraron los ojos para las denuncias de forma que la ayuda humanitaria seguiría siendo distribuida en Siria. “La explotación sexual y el abuso de mujeres y chicas han sido ignorados, se sabe (de casos), pero han sido ignorados por siete años”, dice Spencer.

Para ella, el Sistema ONU “decidió sacrificar el cuerpo de mujeres”. “En algún lugar, se tomó una decisión de que es ‘ok’ continuar usando, abusando y violando a las mujeres para que la ayuda humanitaria llegue a un grupo mayor de personas.

Otra fuente escuchada por la BBC participó en el encuentro de julio de 2015 como representante de una de las agencias de la ONU. Esta persona afirmó que hay informes creíbles de explotación sexual y abuso en la distribución de ayuda humanitaria en las fronteras. “Y la ONU no hizo ningún movimiento serio para resolver o acabar con el problema.”

Lo que dicen las organizaciones
El Fondo de Población de las Naciones Unidas dijo por medio de un portavoz que escuchó relatos de posibles abusos y explotación de mujeres sirias en el sur del país a través de Care. Informó, sin embargo, que no recibió ninguna denuncia de las dos organizaciones con quienes trabaja en la región, y que no hace alianzas con gobiernos locales para adoptar sus proyectos.

Unicef, por su parte, confirmó que estaba presente en el encuentro de 2015 e informó que evaluó a todos los socios y contratados en Siria. Pero aclaró que no sabe de ninguna acusación contra los socios de Unicef ​​hasta el momento. El organismo admitió que la explotación sexual es un serio riesgo en Siria, y dijo que creó un mecanismo para recoger reclamaciones de la comunidad local y está dando más entrenamiento a los socios locales.

El Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido, por su parte, dijo que no fue informado de ningún caso involucrando a organizaciones británicas.

“Ya existen formas de identificar el problema de abuso y explotación. Nuestros socios en Siria utilizan a terceros para monitorear y averiguar la distribución de ayuda británica en Siria”, indicó. Según el órgano, cualquier situación que ocurra de forma sistemática debería ser identificada por esos monitores e informada al órgano.

Oxfam, una de las mayores instituciones de caridad del mundo -y que está siendo acusada de encubrir denuncias de abuso sexual en diferentes países-, informó que no trabajaba con gobiernos locales en Siria en 2015 y que continúa no teniendo como socio hoy.

“Nuestro trabajo en Siria es principalmente distribuir equipos a gran escala para abastecer con agua a las comunidades en lugar de centrarse en dar ayuda humanitaria a individuos”, informó la entidad, que todavía no ha recibido ningún tipo de denuncia relacionada con el abuso sexual en el país país asiático en 2015. “Tenemos política de tolerancia cero.”

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, por su parte, informó de que es consciente de los informes hechos en el pasado, pero que no había información suficiente para identificar y actuar contra cualquier persona u organización.

Sin embargo, informó que encargó una nueva investigación para investigar la situación. Y también que ha adoptado esfuerzos adicionales para fortalecer las medidas preventivas, con más entrenamiento de los socios locales y procesos para informar cualquier irregularidad.

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