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Rector de la Cuenca ante reclamo salarial: “Ellos imaginan que trabajan más”
Esa fue la respuesta de la Cuenca del Plata a sus docentes que solicitaron un incremento salarial por el trabajo extra que demanda la virtualidad en tiempos de la pandemia. Una nota remitida al rectorado desde la sede Posadas, fue rechazada con términos que los docentes entienden “como una burla y una falta de respeto”.
POSADAS. Ante un pedido de adecuación salarial de los docentes de la Universidad de la Cuenca del Plata frente al trabajo extraordinario que realizan en el marco de la pandemia de Coronavirus, desde la rectoría de esa casa de estudios respondieron que el trabajo extraordinario es producto de la imaginación de al menos los profesores que suscribieron el correo electrónico donde exponen, de manera detallada y con sumo respeto, el trabajo adicional que significó seguir con el dictado de clases a través del sistema de videollamada y a distancia.
Sorpresa primero, e indignación después -por lo que consideran una falta de respeto de los directivos de la casa de estudios hacia sus docentes-, causó la respuesta que, según algunos de ellos, determinó que decidan no seguir prestando tareas para la institución a menos que haya una disculpa institucional y el correspondiente reconocimiento del trabajo extra.
Es que, para el rector de la Universidad de la Cuenca del Plata, es “producto de la imaginación” de los docentes que estén trabajando más durante la pandemia. Así lo expresó en la respuesta a la solicitud de remuneración de las horas extra de trabajo llevada cabo por más de una treintena de docentes y no docentes de distintas sedes de la universidad, incluyendo la de Posadas.
El grupo de trabajadores presentó días atrás, a través del correo electrónico, una nota de “solicitud de ajuste salarial”, en la que explicaban que vieron incrementado su trabajo en términos cualitativos y cuantitativos, como así también sus gastos en la conversión a la modalidad completamente virtual de manera abrupta -como consecuencia de la pandemia de Covid19-.
En la nota, explicaron que el incremento de horas laborales se da en este período de cuarentena como consecuencia de un mayor número de reuniones, capacitaciones, del flujo de mensajes con estudiantes y coordinadores, del uso y acondicionamiento de las aulas virtuales, de la selección y creación de materiales digitales, y de la elaboración de informes, además de significar un uso sobreexigido de recursos propios. También mencionan el estrés asociado a la extrema falibilidad de la infraestructura y las herramientas tecnológicas y un mayor seguimiento y apoyo académico y emocional a los estudiantes.
La respuesta sorprendió y molestó al conjunto de docentes, por el tono y los argumentos que fueron interpretados por los trabajadores como una burla y que esa postura desmerece no sólo su trabajo, sino también el esfuerzo adicional que están haciendo durante este período para garantizar una enseñanza de calidad. Afirman, no obstante, que se mantienen confiados en que la institución recapacitará al respecto de la situación.
El rechazo de la rectoría a través de los responsables de las sedes de esta universidad privada, se produjo también a través del correo electrónico de los docentes que suscribieron la nota, ya que la institución está cerrada, pero “llamativamente, dicen, el correo de rectoría además de tratar a los docentes de imaginativos, rechaza el pedido –que fue amistoso, conciliatorio y respetuoso- porque se presentó, por canales que no corresponden.
Entienden los trabajadores, en ese sentido, que los directivos aducen que el correo electrónico no es la vía correspondiente pero no existe otro tipo de contacto ni con las sedes ni con la rectoría que no sea a través de los medios electrónicos desde que se decretó el aislamiento social obligatorio a causa de emergencia sanitaria que afecta a todo el planeta.
Esta respuesta ofensiva y en sorna, inaceptable para una casa de estudio que forma profesionales críticos, empáticos y con fuerte incidencia en las estructuras de la sociedad, se contradice en otras publicaciones difundidas desde la institución en el mismo momento en que se produjo el intercambio entre docentes y empresarios de la educación, cuando sostienen que hubo “al menos nueve capacitaciones” a los docentes desde que empezó la cuarentena y aseguran que están “conformes con la metodología de trabajo, y notamos que desde que incorporamos las clases virtuales incluso hasta aumentó la asistencia”, lo que indica que no vieron reducidos sus ingresos como para plantear que no cuentan con recursos para sostener los pedidos de sus trabajadores esenciales.
Los docentes consultados por este medio indicaron que “esperábamos que la propia institución reconociera este esfuerzo más allá de los mensajes de agradecimiento, pero ante nuestra inquietud, se nos sugirió escribir la nota. Se hizo de manera colectiva usando las herramientas tecnológicas a disposición: correo electrónico, Documentos de Google Formularios de Google. Firmamos la nota más de 30 docentes y no docentes de cinco sedes diferentes, aunque muchos otros adhirieron de palabra, pero no firmaron alegando temor a represalias. Lo enviamos directamente al rector, con copia a las delegaciones, que es la única vía que encontramos a disposición al no haber otro personal más que el de seguridad trabajando en la sede. En la nota solicitamos el reconocimiento del aumento cuantitativo y cualitativo de trabajo como así también el incremento de gastos que ha implicado el cambio por completo a la modalidad virtual: no solamente son más horas de trabajo, sino que es un trabajo más intenso, bajo presión, contrarreloj, más cualificado y con tareas y gastos adicionales”.
A continuación, trascribimos la nota emitida por los docentes y la respuesta que, en nombre del rectorado, hizo circular la administración de las sedes de la Universidad Cuenca del Plata.
La nota de solicitud
La nota está dirigida al Rector de la Universidad de la Cuenca del Plata, Ángel Rodríguez:
“Quienes suscribimos esta nota nos dirigimos a usted, en su calidad de máxima autoridad de la UCP, con el fin de solicitarle tenga a bien arbitrar los medios para hacer efectiva la remuneración correspondiente a las horas de trabajo adicionales que nos encontramos realizando como trabajadores de esta institución educativa desde que se inició el cambio de modalidad del dictado de las clases de presencial a virtual. Modalidad que, teniendo en cuenta las más recientes alocuciones de los representantes del gobierno nacional, abarcará prácticamente todo el ciclo lectivo en curso.
Desde dicho cambio de modalidad, los docentes en general, y quienes suscriben a esta nota en particular, hemos tenido que multiplicar las horas de trabajo para poder cumplir en tiempo y forma, garantizando la calidad educativa, el dictado de las clases y todas las actividades académicas y administrativas asociadas al desarrollo de las cátedras. En esta nueva etapa, todas las actividades que normalmente realizábamos insumen mucho más tiempo y energía, amén de las circunstancias de por sí agobiantes de emergencia por la pandemia mundial.
Los principales aspectos relacionados a este incremento de trabajo y esfuerzos físicos, mentales, emocionales y materiales son: 1) las reuniones y capacitaciones y el flujo de mensajes con los coordinadores, 2) el uso y acondicionamiento del aula virtual, 3) la selección y creación de materiales digitales, 4) el uso sobreexigido de recursos propios, 5) la elaboración de informes, 6) el estrés asociado a la extrema falibilidad de la infraestructura y las herramientas tecnológicas y 7) el especial seguimiento y apoyo académico y emocional a los estudiantes.
En primer lugar, las reuniones y capacitaciones, son ahora mucho más frecuentes. Hemos tenido que asistir a capacitaciones para uso de las plataformas, para uso de herramientas, para uso de software de videollamada, entre otros, que en muchos casos fueron cambiados numerosas veces (Drive, Zoom, Webex, Meet).
También hemos tenido que asistir a capacitaciones para aprender y reflexionar sobre la práctica en esta nueva modalidad, y para fines más específicos como el protocolo para los exámenes finales. Las reuniones se han vuelto mucho más frecuentes y los tiempos de convocatoria mucho más acotados, llegando algunas a ser convocadas de un día para el siguiente, al igual que la implementación de nuevos procedimientos. Similar situación ocurre con los mensajes de las coordinaciones: llegan a toda hora, todos los días, y se exige una repuesta inmediata.
En segundo lugar, el uso del aula virtual se volvió más intensivo. Como es lógico, al tomar un carácter de mayor centralidad en esta modalidad, nos vimos en la necesidad de proveerlo de muchos más contenidos y diseñar actividades que insumen mucho más tiempo no solamente por la complejidad en sí misma, sino por requerir de conocimientos técnicos que en muchos casos nos exceden, como ser los cuestionarios de Moodle.
En tercer lugar, además de la creación de actividades, también no vemos obligados a buscar y crear materiales propios, cumpliendo con mayor intensidad y frecuencia un rol adicional que es el de creadores de contenido. Ambas actividades insumen muchísimo tiempo, ya que, de nuevo, en aras de garantizar la calidad de los mismos, dedicamos el debido tiempo y energía física, intelectual y emocional.
En cuarto lugar, es relevante destacar la inversión y sobreexigencia de recursos propios. Durante este período, estamos acelerando la vida útil de nuestros dispositivos, algunos de los cuales ya han dejado de funcionar, obligándonos a reemplazarlos por otros nuevos, en muchos casos teniendo que tomar deuda, y en todos los casos, insumiendo una inversión adicional. Todo eso sin considerar el incremento en los costos de servicios como electricidad e internet (que muchos tuvimos que mejorar para dar respuesta a los nuevos y más exigentes requerimientos para las actividades en esta nueva modalidad, algunos teniendo que usar paquetes de datos prepagos para desarrollar las actividades).
Si bien el gobierno nacional anunció el otorgamiento de créditos especialmente destinados para que los y las docentes puedan comprarse dispositivos electrónicos, sería una medida tardía que además aun no es oficial, sin mencionar que muchos de nosotros nos vemos en la incapacidad de sumar egresos de dinero a pesar de las facilidades financieras que pueda eventualmente ofrecer el Estado a través de estos créditos.
En quinto lugar, también los informes que debemos redactar se han incrementado. No solamente la asistencia debe ser informada, sino también las actividades planificadas para la clase y el informe del desarrollo una vez dada la clase.
En sexto lugar, las falencias y falibilidades inherentes a las herramientas tecnológicas y procedimientos requeridos, que se han vuelto ineludibles para el desarrollo de nuestra actividad laboral en esta modalidad, conllevan un nivel de estrés adicional que se suma a la situación ya angustiante por la que estamos pasando como sociedad.
En particular, las tensiones que se dan en cuanto a la participación de los estudiantes, que aducen problemas técnicos frecuentes, algunos de los cuales amenazan su porcentaje de asistencia mínimo para promocionar, las actividades que son evaluadas y, sobre todo, la participación en las propias clases.
Por último, este periodo también exige por parte nuestra brindar mucha más predisposición y asistencia a los estudiantes en términos vinculares, emocionales y de sus procesos particulares de aprendizaje. Esto implica tener que mantener un contacto más constante y fluido, muchas veces por WhatsApp, y responder mensajes a todas horas y por múltiples canales.
En síntesis, todas la actividades, materiales, procedimientos y formas de vinculación debieron ser modificados en tiempo récord, y de manera abrupta, insumiendo muchísimo más tiempo y energía que la habitual. Objetivamente estamos trabajando muchas más horas en esta nueva modalidad. Sin embargo, si bien este trabajo y esfuerzo adicional sí se ha visto reconocido simbólicamente por la Universidad con agradecimientos reiterados, no se ha visto reflejado aún en la remuneración recibida.
Similares son las condiciones en las que se encuentran no docentes, administrativos y coordinadores de carreras de la institución.
Es por eso que, ante esta situación, nos vemos en la necesidad de efectuar el correspondiente reclamo que, entendemos, está en pleno conocimiento de las autoridades de la institución.
No son demandas siquiera acordes al nivel de incremento de tiempo, además de todo lo expuesto, a los que nos enfrentamos día a día, por fuera de los horarios y jornadas de trabajo, ya que en la mayoría de los casos esa demanda insume por completo horarios de descanso y fines de semana.
Agradeceremos, en consecuencia, el acompañamiento de la institución en consonancia con aquel que estamos haciendo nosotros para garantizar la continuidad de la actividad académica para brindar una educación de calidad y formar egresados reflexivos, críticos, solidarios, empáticos y socialmente sensibles.
Quedamos a la espera de una respuesta favorable. Sin otro particular, lo saludamos muy atentamente”.
La nota de respuesta. La respuesta, firmada con el nombre del rector, está dirigida “A los firmantes de la nota de sedes Posadas” y expresa:
“Les contesto la nota que se me hizo llegar por email, de manera informal dado que no se utilizaron los canales formales.
1- En ningún momento se ha emitido documento alguno que de cuenta de un alargamiento o intensificación de nuevas tareas para los docentes de dicha sede.
2- El pasar a dar clases de manera virtual, por los efectos de la pandemia, para los profesores universitarios acostumbrados al manejo de PC y demás dispositivos electrónicos y virtuales, que forman parte de nuestras vidas cotidianas, no deberían crear ni stress, ni agotamiento emocional alguno. Si eso ocurre serán por otras causas no imputable al trabajo como profesor universitario en la Cuenca.
3- Algunas tareas, que ya eran obligación del profesor en situación de presencialidad, como activar el aula virtual, el seguimiento de los alumnos, el preparar los contenidos didácticos y otras actividades invocadas, todas ellas son tareas habituales que están en las documentaciones conocidas por ustedes al comienzo del año lectivo. Si no lo realizaban se estaba faltando con la tarea común de todo profesor superior.
4- Algunas otras consideraciones menores no merecen contestarse debido a que tienen tinte de ser cuestiones personales.
Lo solicitado “arbitrar los medios necesarios para hacer efectiva la remuneración a las horas adicionales” es rechazado por extemporáneo y fuera de lugar dado que no existe tal cosa excepto en la imaginación de quien lo redactó“.
RP. Misiones Plural
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