AMBIENTE
“Me da vergüenza”, admitió el jefe de guardaparques en Cataratas
La brutal agresión de un joven guardaparques a un monito golpeó también a los custodios del medio ambiente. “Lo quise espantar”, se habría justificado el agresor en su descargo.
PUERTO IGUAZÚ. El intendente del Parque Nacional Iguazú (PNI), Sergio Valdecantos, respondió a la consulta de La Voz de Misiones sobre el funcionario que pateó brutalmente a un pequeño mono que compartía el momento con turistas. El hecho ocurrió el pasado 4 de noviembre, aunque trascendió esta semana a través de un video que muestra la irracionalidad del ataque.
“Me da vergüenza. Dediqué toda mi vida al cuidado del medioambiente. Hace 35 años que soy guardaparques y esta situación no la había vivido nunca. Es muy grave lo que pasó”, sentenció Valdecantos, jefe de los uniformados dentro del Parque.
Respecto de las medidas adoptadas con su subordinado, el intendente del Parque Iguazú reiteró que “fue separado del cargo mientras se desarrolla el trabajo de la Dirección de Sumarios, en Buenos Aires”, de quienes se esperan respuestas sobre este caso antes de fin de mes.
“Lo quise espantar”
Si bien las autoridades del Parque Nacional Iguazú guardan absoluta reserva sobre la identidad del guardaparques violento, este diario pudo saber que se trata de un hombre joven, oriundo de otra provincia y que hace unos tres meses está prestando servicio en Iguazú.
La fuente consultada dijo además cuál fue la reacción del guardaparque golpeador: “lo quise espantar”, habría dicho en el descargo, el mismo día del escándalo. El uniformado también habría regresado inmediatamente al lugar de la patada para disculparse con los turistas.
Delito
El análisis de las imágenes que muestran al guardaparques golpeando al mono “podría configurarse en un tipo de delito ambiental. Una situación a la vez agravada por el hecho que, quien golpea, es un funcionario público capacitado, uniformado y armado para el cuidado de la naturaleza”, analizó la abogada Alicia Rigamonti de la fundación para la protección del bosque atlántico (Brasil).
Según observó la profesional, la prueba en video es absolutamente contundente para demostrar la intención de hacer un daño profundo: “El hombre, montado en botas para transitar en la selva, llega corriendo a la zona de las mesas y arma el golpe (la patada) al menos dos metros antes del impacto, demostrando intención de lastimar. Como lo hizo”, concluyó la especialista en derecho ambiental.
Monito, dolor y llanto
La suerte del pequeño mono golpeado e inmediatamente alzado en brazos por su atacante, es un misterio.
Según declaró el guardaparques, luego de que los turistas lo denunciaran en el libro de visitas, el mono se habría recuperado unos metros después, selva adentro. El golpeador dijo haberlo dejado en compañía de otros monos que se acercaron por el llanto del animal. “Lo rodearon, esperaron que se recupere un poco, y se fueron juntos para la selva”, relató a sus superiores.
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