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Mamá se anotó en la facultad para ayudar a su hija ciega y se recibieron juntas
Ya habían pasado unos años desde la última vez que Alba Rosa Méndez escribió en un cuaderno. Los planeamientos de clases, las tizas, los libros, habían quedado atrás. La docente jubilada desempolvó aquel traje negro y vistió de gala. Esta vez no anotaría las travesuras de sus alumnos sino sus propias lecciones.
Vivir con un solo riñón a raíz de una enfermedad crónica y seguir un riguroso tratamiento no eran tan intensos como el amor que sentía por su hija.
Analiz de 21 años, nunca vio los colores, no ve el sol, pero su mamá siempre fue su norte. Sus ojos no necesitaban luz, porque ella la veía con el alma.
Del corazón. “La fuerza que necesito la quito del corazón, de ese amor puro e incondicional” (Alba Méndez, mamá de Analiz).
Alba decidió demostrar a su princesa que el amor de madre no tiene límites. Cuando Analiz se inscribió para estudiar Psicología, la mujer de 54 años también lo hizo.
“Mi hija es mi adoración, ni mi edad ni mi salud deteriorada no me van a impedir que yo la apoye incondicionalmente, por los hijos uno hace todo”, dijo la madre.
Ni bien se matricularon para la carrera en la UPAP de Caacupé, Paraguay se volvieron más amigas, además de compañeras.
“Entré otra vez a la universidad con tal de acompañarla, ya que en este país todo se dificulta a los no videntes”, lamentó.
Iban y venían untas
Alba y Analiz cursaron al pie de la letra los años, iban y venían juntas, hasta que tanto empeño tuvo su recompensa. Hace unos días, mamá e hija defendieron sus respectivas tesis para recibirse.
“Ella hizo la investigación sobre las drogas y yo sobre el acompañamiento familiar a las personas con discapacidad”, explicó la valiente mami, al momento de pedir que los demás padres tomen su ejemplo y apoyen a sus hijos lo más que puedan.
Guerrera
La chica, emocionada, calificó a su madre como una guerrera y agradeció por tan hermoso gesto. “Es muy lindo lo que hizo y lo que hace por mí, expresó contentísima.
Orgullosa. “Ella cursó conmigo y pensando en mí; es demasiado lindo lo que hizo y lo que hace por mí” (Analiz Bernal, hija de Alba). Ambas aguardan la fiesta de graduación para lucir, más que unas elegantes ropas, valentía y amor.
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