Este manjar nipón arriba al país en el marco de un acuerdo comercial entre ambos países. Se trata de una carne única en el mundo que se caracteriza por su aroma dulce y una textura tierna que hacen que no se requieran demasiados condimentos a la hora de prepararla. En Misiones también se produce. El Wagyu es una obra de arte. El proceso de producción que requiere, y su singular sabor son testimonios de la riqueza de esta carne. Caracterizada por su sashi, o marmolado, se convirtió con los años en un manjar del arte culinario japonés y obtuvo un reconocimiento mundial por los mayores expertos a nivel internacional. Y ahora llega por primera vez a la Argentina. El precio ronda entre los 200 y los 300 Euros por cada kilogramo.
Durante un evento organizado por JETRO (Japan External Trade Organization), en conjunto con la Embajada del Japón en la República Argentina, se anunció la apertura del mercado argentino para importar, por primera vez, la exclusiva carne japonesa Wagyu, criada y producida en Japón bajo altos estándares de calidad. Este acontecimiento no es casual y se enmarca en el acuerdo entre Argentina y Japón en conmemoración de los 120 años de las relaciones diplomáticas bilaterales entre ambos países. Por primera vez en la historia comercial entre ambas naciones, se concretó una apertura recíproca del mercado de carnes, lo cual se oficializó también con el envío de 200 kilos de carne patagónica como parte de las primeras exportaciones argentinas de carne vacuna y ovina a Japón.
Pero la llegada al país del Wagyu, un ícono representativo de la comida japonesa, significa la apertura del mercado local a un costado de la gastronomía japonesa no tan popular en la Argentina. “Cuando yo empecé a hablar de la carne Wagyu en la Argentina hace 20 años, me decían ‘Iwao, no te entiendo. Vos sos la persona que hizo que la gente comiera más pescado y ahora hablás de carne’. Si vos me preguntás qué comen las personas japonesas en el sushi, la mayoría dice pescado. Yo te diría carne”, reveló el chef argentino de origen japonés Iwao Komiyama, considerado el “rey del sushi” en la Argentina y embajador honorario de la gastronomía nipona para Latinoamérica.
“La carne japonesa es totalmente diferente a la carne argentina, es otro producto, otro sabor. Las primeras importaciones serán para consumo de restaurantes y hoteles, y seguramente en un par de años podremos ver estos cortes en los supermercados”, aseguró durante el encuentro el embajador de Japón en la Argentina Noriteru Fukushima.
Los secretos de su delicioso sabor
Wagyu es como le llaman en Japón a la carne proveniente de las razas vacunas autóctonas del país nipón, que se caracterizan por ser de un gran porte y especialmente por poseer una gran proporción de grasa intramuscular que da un gusto único al alimento. Si bien hay criadores y productores de estas razas en otras partes del mundo (como en Australia e incluso en Argentina), el sello de Wagyu solo es otorgado por Japón a las cabezas criadas y faenadas en su territorio.
Las vacas y bueyes se crían con cuidados especiales e individualizados, poseen un certificado de nacimiento personalizado y la carne que producen está asociada a un código de seguridad que se puede rastrear en toda la cadena de consumo. Desde su nacimiento, los Wagyu reciben nombres individuales y son alimentados y cuidados como parte de la familia. La crianza de estos animales es fundamental para lograr su fino sabor.
Los tres elementos que hacen que la carne Wagyu sea excepcional son su textura, su sabor y su aroma. Con esta tríada, el Wagyu se potencia. Posee un marmolado de grasas de infiltración muscular que varía de nivel dependiendo del animal y las propiedades intrínsecas de cada raza. El veteado de grasa, la alimentación y la crianza dan como resultado una carne muy tierna, de textura suave, con sabor y aromas propios. Tiene un aroma dulce y rico, que recuerda al del coco, y que permea al masticar la carne en la boca. Es más fuerte cuando la carne alcanza los 80°C al cocinarse, la temperatura apropiada para el sukiyaki, uno de los platos más populares realizados con Wagyu.
“Cuando yo digo acá que la carne Wagyu es espectacular, me dicen que no puede ser, que la mejor carne es argentina. Y yo soy argentino formado en Japón y para mí esta carne es la unión perfecta entre las dos culturas. Los argentinos comen carne y esta carne es maravillosa. Es otro sabor. Y lo que consiguió Japón es tener grasa insaturada. Si lográramos que la carne argentina no generara colesterol malo, los argentinos viviríamos 10 años más”, aseguró Komiyama.
Cómo se cocina
El argentino Federico Heinzmann, chef ejecutivo Park Hyatt Seoul, vive hace seis años en el continente asiático y trabajó varios años en Japón. Él fue el encargado de demostrar, durante la presentación de este manjar en el país, la forma de preparación de esta carne. Y lo que contó le reveló al público que sin dudas esta carne es completamente diferente a la que los argentinos están acostumbrados. “Cuando llegué a Japón decidí probar cocinar carne Wagyu. Le puso aceite de oliva, sal y lo dejé afuera a temperatura ambiente, como hacemos acá. Y en el momento en el que puse el bife en el fuego, se levantó una llama hasta acá”, afirmó mientras mostraba con sus manos una altura un tanto preocupante para un fuego. “Lo saqué del fuego, lo corté y puede que haya sido el peor bife que hice en mi vida”.
“Yo pensé que era carne, pero el Wagyu es el producto final que reúne tradición, historia, cultura. Es un producto que ya está terminado; le agregás sal y ya está. Es suficiente para que tenga un increíble sabor”, aclaró. Es que la cocción que precisa este tipo de carne es completamente distinta a la que se acostumbra en Argentina, por lo que requiere un grado de conocimiento extra. En las preparaciones japonesas, para no opacar ese sabor natural, se la come casi sin condimentos, en delgadas porciones. La grasa, que se funde a la temperatura del cuerpo humano tras ser cocida, se derrite en la boca con un gusto dulce y trae reminiscencias de manteca, especias y se la asocia en el paladar con bondiola de cerdo.
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Proponen poner el nombre de Diego Maradona a la avenida Mitre, en Posadas
La idea fue lanzada por el historiador misionero Pablo Camogli. Pero aceptó otras ideas “con tal de que no sea Mitre, genocida del pueblo paraguayo”, dijo.
El historiador misionero Pablo Camogli hizo pública su idea de imponer el nombre de Diego Armando Maradona a la avenida Bartolomé Mitre, de Posadas, reavivándose el debate por las dos figuras, una histórica y otra más reciente.
Al fundamentar su propuesta, hizo referencia a “la repercusión en el mundo, con cariño, amor, reconocimiento, respeto” que provocó la muerte del astro del fútbol en el mundo, el pasado 25 de noviembre en Buenos Aires.
“Como argentino me dio mucho orgullo”, remarcó y desató la idea personal acerca de “qué calle de Posadas podría llevar su nombre y me pareció que, si era la avenida Mitre, mucho mejor”.
Se trata, dijo el historiador, de “homenajear a este ícono cultural que merece un reconocimiento, teniendo en cuenta que no hay demasiados nombres de músicos, artistas, grandes deportistas, sino que está destinado a personalidades de la política, la historia militar y un poco más”.
Camogli reflexionó que las calles no nacen con un nombre, se les pone un nombre. “Mitre antes era avenida Misiones y en 1904 se decidió cambiarle como un homenaje”, dijo al Canal 6 de Posadas .
Pero “si hace 100 años los posadeños tuvieron el derecho de cambiar Misiones por Mitre, nosotros tenemos el mismo derecho de poner el nombre a la calle que nos representa a nosotros”, puntualizó.
Críticas a Mitre
En ese sentido criticó la figura de Mitre como “el gran opositor a la organización federal del país en el Siglo XIX. Fue el gran responsable del genocidio del pueblo paraguayo”.
Añadió que fue además “el gran ejecutor de la política de aniquilamiento del pueblo hermano y de argentinos que fueron a morir a una guerra injustificada”.
Y mencionó que, “como vecinos de Paraguay, con parientes o vínculos de sangre, que se llame Bartolomé Mitre y recibe a los paraguayos es una afrenta. Por Misiones no hizo nada, ni por todo lo que hoy decimos que nos identifica como misioneros”.
Por todo ello reiteró que su aspiración es que, aunque sea “dentro de diez años, cuando sepamos quien fue qué cosa, se dirá que esta calle o esta avenida no se puede llamar de esta manera. Es un proceso en el trato de llamar la atención y a la reflexión”
Diego, Olga, Ramón o Finito
“Cómo no vamos a homenajear a Maradona si es nuestro mayor ídolo popular. Valoremos a lo que significó para el mundo y ni más ni menos por haber dado felicidad a la gente. Pero lo que más molesta es su postura política, pero como ídolo popular es un personaje maravilloso”, dijo el historiador.
Al final, frente a la ineludible polémica, Camogli se expresó a favor de “todos los nombres que quieran para cambiar el Mitre. Hubo un montón de propuestas: Olga Zamboni, Ramón Ayala, Finito Gerhmann, porque Mitre no nos representa a los misioneros”.
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El Gobierno provincial rechazó la inclusión del “ticket” en el cálculo jubilatorio
La postura se fijó en el caso de un empleado municipal que hizo el reclamo ante el IPS. Fue a través de un decreto del gobernador Herrera Ahuad y del ministro Safrán.
El gobierno provincial rechazó el planteo de un empleado municipal acerca del reconocimiento del “ticket” como parte del cálculo de sus haberes jubilatorios, basándose en la legislación que rige para los trabajadores de la administración pública, entre otras fuentes.
La definición, que será considerada como un antecedente para la resolución de reclamos similares, quedó enmarcada en un decreto que se publicó en el Boletín Oficial con las firmas del gobernador Oscar Herrera Ahuad y el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán.
El reclamo se refiere a una jubilación ordinaria otorgada a mediados de 2013 y fue impulsado por Osvaldo Carlos Viani, quien se desempeñó durante 30 años en la Municipalidad de Posadas, en el área de la Secretaría de Planificación Estratégica y Territorial.
Viani tramitó el beneficio ante el Instituto de Previsión Social de la Provincia, pero de acuerdo con los antecedentes hubo una serie de observaciones, rechazos y apelaciones hasta llegar al recurso en el que intervinieron distintos organismos.
El reclamo
El jubilado reclamó que “el rubro ‘ticket’ resulte incorporado a los fines del cálculo del haber inicial del beneficio, de acuerdo a la norma a cuyo amparo obtuvo la jubilación”, para lo cual citó fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Además Viani invocó el Convenio 95 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al pedir que “se realice nueva liquidación del retroactivo correspondiente ya que el mismo debe correr a partir de la fecha del otorgamiento del beneficio y no como erróneamente se ha liquidado”.
Además del aspecto legal, el demandante señaló que “es de público y notorio conocimiento que la comuna capitalina, en la cual se ha prestado servicio durante más de tres décadas, siempre ha abonado el rubro ‘ticket’ a su personal”.
El rechazo
En el decreto emitido por el Gobierno provincial para rechazar el planteo de Viani, se repiten los alcances de la norma que establece el mecanismo jubilatorio.
En ese sentido se remarcó que “se entenderá por ingreso base el promedio mensual de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones actualizadas percibidas durante el período de diez años inmediatamente anteriores a la cesación del servicio”.
En particular, la parte que dice: “No se computarán los periodos en que el afiliado hubiere estado inactivo y consecuentemente no hubiere percibido remuneraciones, en cuyo caso se tomarán los períodos remunerados inmediatamente anteriores hasta completar los diez años señalados”.
A continuación, se hizo referencia a los porcentajes vigentes para el cálculo jubilatorio según los años de prestación de servicios, además de una serie jurisprudencia nacional, legislación provincial y antecedentes para reafirmar el rechazo a la inclusión del “ticket” como parte de l jubilación a percibir.
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Marítimos acordaron aumento salarial y subirá el precio de la arena
Consiguieron 51% en los rubros fijos y 35% en los variables. También un bono de 44 mil pesos en cuotas. Los empresarios pronostican que impactará en los materiales.
Los gremios marítimos acordaron un aumento salarial de 51 por ciento en los rubros fijos y de 35 por ciento en los variables, además de un bono de 44 mil pesos a pagarse en cuatro tramos, lo cual impactará en el precio de la arena, según fuentes empresarias.
A partir del convenio, los motoristas navales, conductores navales y los patrones motoristas levantaron el viernes pasado la medida de fuerza que realizaban desde 22 del mes pasado en la zona de Rosario, Santa Fe, hasta Puerto Iguazú, Misiones.
La discusión involucró a los sindicatos de Conductores Navales (Siconara) y de Obreros Marítimos Unidos (Somu), además del Centro de Patrones de Cabotaje, y la Cámara de Empresarios de Arena y Piedra del Litoral, que mantuvieron sucesivas reuniones.
Las partes establecieron que el último tramo del aumento acordado, consistente en 35 por ciento para los montos fijos y 20 por ciento para los variables, se abonará entre noviembre y febrero/21, en tanto el bono se abonará en cuotas de 11 mil pesos a partir de enero/21.
De acuerdo con las observaciones de los empresarios, los aumentos mencionados se sentirán en los precios de venta al público del metro cúbico de arena y de piedra, materiales fundamentales en la construcción.
Si bien no trascendieron los valores finales, se supo que las actualizaciones podrían oscilar entre el 20 y el 30 por ciento, en línea con los incrementos que registraron últimamente en los restantes elementos que utiliza el sector.
Salutación gremial
Ante el acuerdo salarial alcanzado, el Siconara-Misiones hizo público un reconocimiento a los trabajadores marítimos por “la firmeza con que se han mantenido bajo los lineamientos de nuestra organización gremial”, durante la discusión por salarios.
Con la firma de José Milciades Giménez, el gremio dijo que durante las tratativas “quedó demostrado que no queremos parar la actividad porque en toda medida de fuerza dañamos a terceros”.
“Pero cuando el capital les niega la justicia social a los trabajadores, no nos queda otra que usar la última carta que tiene el movimiento obrero: ir a un cese de actividades”, puntualizó.