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Juezas usan lenguaje inclusivo en sus sentencias

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La jueza Elena Amanda Liberatori del CAyT N°4 dictó una sentencia utilizando lenguaje inclusivo. La jueza de Garantías de Zapala, Leticia Lorenzo, también adoptó la “e” y jubiló al latín de sus sentencias.


BUENOS AIRES-NEUQUÉN. El lenguaje inclusivo se coló en los fallos judiciales. El último martes se conoció la decisión de la magistrada porteña, Elena Liberatori, que le ordenó al gobierno de CABA garantizar el acceso de los menores a la primaria y a la secundaria. La jueza de Garantías de Zapala, Leticia Lorenzo, también adoptó la “e” en sus sentencias.

En un fallo con lenguaje inclusivo, la Justicia ordenó al Gobierno porteño adoptar medidas necesarias e inmediatas para garantizar el acceso a la educación en diferentes distritos escolares. “Miles de niñes y adolescentes no logran obtener una vacante en el sistema de educación de gestión estatal de la ciudad”, escribió la jueza Elena Liberatori, quien evita emplear el genérico masculino y lo sustituye por la letra “e”.

La Justicia porteña consideró probado que en la Ciudad, especialmente en el sur, reina “la falta lisa y llana de vacantes accesibles para les niñes y adolescentes” que quieren concurrir a la escuela pública. En el mismo fallo, que responde a una acción de amparo tramitada hace más de dos años, la jueza Elena Liberatori ordenó al Gobierno de la Ciudad que adopte “las medidas necesarias e inmediatas para garantizar el acceso a la educación primaria y secundaria” en los distritos escolares más afectados.

Fallo en idioma inclusivo

Redactado con especial atención al empleo del lenguaje inclusivo, el fallo de la titular del Juzgado n.° 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario es particularmente duro con la acción y la inacción del Gobierno porteño, y particularmente del ministerio de Educación que encabeza Soledad Acuña.

La “e” en las sentencias

Leticia Lorenzo asumió como jueza de Garantías de Zapala, luego de que la Legislatura rechazara nombrarla para el mismo cargo, pero en Neuquén. Es otro ejemplo de una jueza que redacta sus sentencias con lenguaje inclusivo.

“Muchas veces hago votos unánimes, y nadie, nunca, ninguno de mis compañeros o compañeras me dijo: “che, no, corregí”, afirmó la magistrada. Tampoco recibió cuestionamientos de fiscales, defensores, víctimas, imputados por la redacción de sus resoluciones en las que evita usar el genérico masculino.

Sostuvo que siempre empleó lenguaje inclusivo. “Usaba el asterisco, después el arroba, después la equis. Tenía el inconveniente de que no podían traducirse en la lectura, la “e” si. “Les” me parece maravilloso, porque de alguna manera economizas, en estos términos, de que no tenes que estar escribiendo las juezas y los jueces, sino que pones “les jueces” y estas abarcando a todos. En las sentencias judiciales también hay que considerar que en general una no está hablando de toda la población, sino que estas hablando de un conflicto específico, pero muchas veces hay que referirse a conjuntos mayores y ahí creo que el lenguaje inclusivo para nosotros es una obligación.”

En cuanto a si el uso de la “e” compromete la posibilidad de una resolución comprensible, Lorenzo manifestó a RioNegro.com.ar: “el hacer comprensible las resoluciones para mí no tiene que ver con estructurar de una forma la comunicación y el lenguaje, sino que tiene que ver con pensar a quien le estás comunicando y estructurar la resolución en función a todas las herramientas que tenés disponibles. Eso es para que ese mensaje sea lo más claro y preciso posible para los destinatarios y destinatarias de la resolución directas, en primer lugar, pero también para toda la comunidad, porque no nos podemos olvidar de que la sentencia es un acto público. Es el único acto público y controlable que tenemos los jueces.”

 

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