INFORMACIÓN GENERAL
El hombre que murió por la bacteria en Pergamino tenía 40 años y dos chicos
Hacía pocos días había celebrado los seis años de Lorenzo, su hijo mayor. Y faltaba poco para los tres de Pedro, el más chiquito. La noticia de la muerte de Nicolás Domine, el agente de viajes de 40 años que falleció anteayer en un sanatorio privado en Pergamino, tras contraer la bacteria que ya dejó otras cinco víctimas fatales en el país,enlutó a la ciudad de Pergamino, donde Nicolás pasó la mayor parte de su vida.
Allí nació el 27 de diciembre de 1977, y sólo se fue para estudiar marketing, en la Universidad de Salvador, en Buenos Aires, y volvió años después para establecerse y armar una agencia de viajes. Allí trabajaba, en la firma Brust, que suele organizar viajes para grupos de amigos. La pasión de Nicolás eran los viajes. El y su mujer, Laura Caturla, llevaban más de diez años juntos. Y los primeros años de la pareja, antes de que llegaran Lolo y Pedro, se dedicaron a viajar. Recorrieron España, Alemania, Italia, Holanda y otros países. Eran viajes en los que siempre se sumaban amigos y terminaban con la promesa de volver a viajar juntos.
A Nicolás todos le decían Chiquito. Era hijo de María Leiva y Antonio Domine, oriundo de Salto, que se mudó a Pergamino. Tenía una hermana, Eva y dos sobrinas: Gina y Francisca. Ayer, el desfile de amigos y familiares que expresaban su dolor fue incesante en la casa de la familia. Todos consternados por la noticia, desolados porque justo le hubiera tocado a Nicolás.
Los mensajes se multiplicaron en las redes sociales. “No hay palabras. Muy triste. Me llevo los mejores recuerdo… siempre tan Positivo, alegre, buena persona”, escribió en el muro de Facebook de Domine, Carolina Nardi, una amiga de la familia. Ayer, la agencia de viajes que lo tenía a Nicolás como cara sonriente, permaneció cerrada y con el cintillo de luto. Domine solía organizar viajes para grupos.
Recientemente, estuvo atrás de uno de los clásicos de la agencia: el tour Euskal Herría, que reúne a los vascos de todo el el mundo, para las celebraciones del Día de la Diáspora Vasca en el mundo, en Donostia. Ese viaje, que se inició el 24 de agosto, terminó el
domingo último. “Estoy desolada… días antes estuve con él ultimando los detalles del viaje que tan hermoso salió y ya lo noté con su voz tomada y diciendo que se estaba engripando y no se sentía bien. Le pedí que se cuidara”, asegura Marta Viviana de Miguel, una de las pasajeras. “Estando ya en San Sebastián, me mandó un whatsapp muy cariñoso preguntando como andaba todo. Es muy triste que haya partido alguien tan joven y bueno”, agrega.
Sebastián Santa Cruz, un amigo de Nicolás que vive en la Patagonia, asegura que todavía no puede creerlo. “Hablamos hace poco y te noté tan bien”, le escribió en el muro de Facebook. “Recuerdo que viniste a Viedma a visitarnos y nos tomamos unos cuantos vinos. Abrazo a vos donde quiera que estés, a tu hermosa compañera Lau y a tus queridos hijos. Te vamos a extrañar muchísimo”. Los mensajes de saludos se multiplicaron tanto en el muro de Nicolás, como en los de sus familiares. Laura y él llevaban muchos años juntos. Ella tiene un estudio de arte, donde se ofrecen distintos tipos de cursos y talleres. Además, maneja las redes sociales de la agencia.
“Hasta la próxima, amigo”, publicó Matías Jelicich, junto a una foto de Nicolás y un grupo de amigos inseparables, con los que en distintas etapas de la vida compartieron desde viajes por el mundo hasta largas y filosóficas sobremesas. Sus amigos, Federico,
Renato, Eduardo, aparecen junto a Nicolás en muchas de las fotos, en distintos momentos de la vida, siempre compartiendo risas y un buen momento.
Hace pocos días, Nicolás había participado de una feria de turismo en la ciudad. Estaba promocionando un viaje a Perú, que se iba a hacer en abril de 2019 y había varios interesados. Otros de los destinos que promocionaba era Turquía Nicolás compartía su pasión por Boca con su fanatismo por el Dehache, como conocen todos en la ciudad al Club Atlètico Douglas Haig. Y sus amigos le eclamaban que incluso a sus hijos les hubiera comprado primero la camiseta del rojinegro de Pergamino, antes que la azul y amarilla. Su muerte dejó pintó la ciudad de luto, difícil de superar.
Comentarios
comentarios