El día que el Negro Fontova regaló sonrisas en el hospital Madariaga

En una de sus múltiples visitas a la tierra colorada, Horacio Fontova despertó la alegría de los niños de oncología del hospital capitalino

POSADAS. El artista Horacio Fontova, un creativo intenso y comprometido, falleció esta mañana a los 73 años tras “pelear durante años con una enfermedad”, según confirmó el Instituto Nacional de la Música.

Fontova fue músico, compositor, actor, dibujante y escritor, tareas todas que asumió con dedicación y entusiasmo y que lo ubicó como un personaje tan talentoso como entrañable. Así, el mundo artístico argentino, así como personalidades de la política, despidieron al “Negro” en su paso a la inmortalidad.

Una de sus giras lo llevó a la capital de Misiones en junio de 2005, una visita muy especial para el músico que, si bien había estado en varias oportunidades en la provincia, en aquella ocasión se mostró feliz de conocer aún más la cultura y la gente de la tierra colorada. 

“Estuve varias veces en la provincia, pero siempre fueron las veces que vine para un espectáculo específico y me volví a mis pagos. Esta vez pude disfrutar más y conocer más sus atractivos y la cultura de la gente, que es magnífica”, comentó en aquel invierno de hace quince años.

Antes de presentar su disco “Fontova 2004 Negro” en el auditorio del Instituto Montoya, actuación a la que sumó sus cómicos personajes, se hizo un tiempo para regalar sonrisas en el hospital Madariaga, junto a Joselo Schuap y el también fallecido y recordado profesor y músico Ichu Castillo.

Durante alrededor de media hora, los niños del hospital disfrutaron de la alegría y la picardía del Negro. Los chicos hicieron ronda alrededor de los músicos y entre guitarras, tambores, panderetas y palmas, dibujaron sonrisas en sus rostros y olvidaron por un instante sus enfermedades.

“Colón Colón”, “Me siento bien” y “Zamba de mi esperanza” fueron algunos de los temas con los que Horacio Fontova deleitó a los niños de oncología que lo admiraban desde las ventanas y le pedían una más. 

“Acá se cura todo, les agradezco a todos y les deseo mucha suerte”, fueron las palabras de despedida del artista, que en su paso por Misiones dejó un recuerdo imborrable para aquellos niños.

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