ECONOMÍA
El PBI per cápita de Argentina sigue cayendo y ocupa el sexto lugar en América Latina
Desde hace varios años Argentina alterna breves períodos de crecimiento económico con otros de recesión. Los analistas prevén que en 2019 el PBI de nuestro país encadenará dos años en baja, algo que no ocurría desde 2002, cuando, en medio de la peor crisis económica de la historia nacional, completó una caída de cuatro años consecutivos.
BUENOS AIRES. Argentina registró un explosivo período de expansión por el “boom” de precios de las materias primas, entre 2003 y 2012, cuando se anotaron máximos históricos para los productos del agro y los derivados industriales, principal fuente de ingresos por exportaciones de la economía doméstica.
Pero una serie de políticas equivocadas, como el control de cambios -impuesto desde octubre de 2011 hasta diciembre de 2015- y el fuerte endeudamiento externo entre abril de 2016 y enero de 2018, revirtieron aquel ciclo de crecimiento de la década pasada para entrar en una fase de estancamiento.
Datos sobre las cuentas nacionales del Banco Mundial y archivos de datos de la OCDE reflejaron que el PBI per cápita de Argentina cayó el año pasado al nivel de 2010, medido en dólares estadounidenses a precios actuales.
En 2018, un año en el que coincidieron una recesión económica de 2,5% y una devaluación del peso del 51%, el PBI per cápita de Argentina descendió a USD 11.652,6, inferior a los USD 12.848,9 de 2011, antes de que se estableciera el “cepo” cambiario.
Argentina, que supo liderar las mediciones de PBI per cápita en la región (1986 a 1988 y de 1991 a 2001), quedó relegada al sexto puesto en el plano latinoamericano, superada por Uruguay (USD 17.278), Trinidad y Tobago (USD 16.844), Chile (USD 15.923), Panamá (USD 15.575) y Costa Rica (USD 12.027).
Si la comparación se extiende con los países del norte del continente americano, son varios los que postergan a la Argentina en la comparación. Pueden destacarse EEUU, con un PBI per cápita de USD 62.641, Canadá (USD 46.124,7) y Puerto Rico (USD 31.651,3).
Aunque poco significativos por su tamaño, son numerosos los estados americanos con un PBI per cápita superior a la Argentina, por la vinculación o dependencia de sus economías con países centrales: Bermudas (USD 85.748), Groenlandia (USD 48.295,6), Islas Vírgenes (USD 35.938), Bahamas (USD 31.857,9), Aruba (USD 25.630,3), San Cristóbal y Nieves (USD 19.829,4), Curacao (USD 19.457,5), Antigua y Barbuda (USD 16.864,4) y Barbados (USD 16.327,6).
Fuera de todo cotejo quedó una de las economías más importantes del continente, Venezuela, cuyos datos de PBI per cápita quedaron sin actualizar desde 2014 (USD 16.054,5), antes de ingresar en un espiral recesivo e hiperinflacionario sin precedentes que se extiende hasta nuestros días.
El Fondo Monetario Internacional realizó en su informe de Perspectivas de la Economía Mundial de abril de 2019 una medición del PBI per cápita por Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) o PPP (siglas en inglés de Purchasing Power Parity), a dólares constantes de 2011.
En esta comparación, el PBI per cápita de Argentina mejora a USD 17.838, aunque su posición en el listado no difiere de la anterior, pues el resto de los países de la región también obtiene un incremento de ingresos promedio, según esta medición que tiene en cuenta la incidencia de los tipos de cambio nacionales para adquirir una canasta de bienes y servicios similar en cada país.
Por Paridad de Poder Adquisitivo, Argentina se mantiene en un sexto puesto regional, detrás de Trinidad y Tobago (USD 28.545), Panamá (USD 23.847), Chile (USD 23.632), Uruguay (USD 21.006) y México (USD 18.434).
En la última semana se conocieron detalles del proyecto de Presupuesto 2020 que el Ministerio de Hacienda enviará al Congreso, que prevé un rebote de actividad el año próximo, con un crecimiento de anual 3,5%, impulsado por las exportaciones y la inversión, pero que calcula que el PBI en 2019, cierre de esta gestión de Mauricio Macri, caerá un 1,4 por ciento.
De esta forma, los cuatro años de la administración de Cambiemos completará una caída de actividad próxima al 2,7% acumulado entre 2016 y 2019.
“La Argentina es una de las economías del mundo más cerradas al comercio internacional y este es uno de los factores que explican por qué las exportaciones son tan bajas en relación al PBI.
Ello aumenta la vulnerabilidad macro porque, ante un faltante de financiamiento, un salto de exportaciones no aporta mucho y se termina en una recesión profunda para reemplazar dólares financieros por comerciales”, afirmó Daniel Artana, economista Jefe de FIEL.
Para Gustavo Reyes, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea, “la trayectoria de los indicadores de actividad muestra que el proceso recesivo actual registra una intensidad en línea con el promedio de las recesiones de los últimos 35 años, pero al mismo tiempo es más profundo que lo experimentado a partir de 2013 y de 2015”.
Luis Palma Cané, analista de Fimades, ponderó el avance en acuerdos comerciales como el alcanzado entre el Mercosur y la Unión Europea y el planteado en el futuro con los EEUU, pero advirtió la necesidad de tiempo para reducir las “asimetrías”, a la vez que advirtió que “si Argentina no hace las reformas estructurales, impositiva, fiscal, previsional, no podemos competir y es inviable, no es cuestión del tipo de cambio”.
“Los países no desaparecen, pero así, vamos a crecer 2% un año y al siguiente caer 3%, y así estamos que en diez años el crecimiento fue de 0,5%. Y por el crecimiento vegetativo, el ingreso per cápita hoy es con respecto a 2012 es menor y así es el nivel de pobreza y de desempleo”, describió Palma Cané.
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