Zahzú seguirá en Guaraní, pese a poner su cargo a disposición de Roberto Enriquez

Pensar en un cambio de técnico, para un club con tantos aprietes económicos y con un plantel tan corto como Guaraní, sonó descabellado durante el fin de semana. Es que luego de volver a caer como local y cosechar sólo tres de 12 puntos en la primera ronda del certamen, ese parecía ser el camino a tomar por parte de Miguel Ángel Zahzú, que tardó una hora en salir del vestuario junto a sus jugadores y asumió la total responsabilidad de la magra campaña.
Luego de aquella victoria, ya lejana, ante Sol de América en Formosa, Guaraní no pudo encontrar otra sonrisa y, al contrario, sólo se topó con duros golpes. Lo peor, dos de esos golpes fueron en Posadas, donde hasta este campeonato hacía un año y un mes que no caía.
Lógica fue la reacción de su DT tras esa charla con sus dirigidos, quienes le manifestaron su apoyo puertas adentro y prometieron el sacrificio para sacar adelante el duro trajín. Hay una verdad que no puede ser obviada: A Guaraní Patria le llegó una vez y lo venció. For Ever dos (al menos en la primera parte) y convirtió todo.
Hay culpables y culpables. Antes los goles caían en la espalda de Facundo Vera, de actuaciones regulares en los tres primeros juegos. Entonces Zahzú cambió y puso en su lugar a Gastón Molina, que no cumplió ante For Ever y en las dos situaciones que hubo en los primeros 45′ le convirtieron. Hay otra problemática: Guaraní no convierte.
Mucho se conoce de las capacidades distintas de Barinaga respecto de la categoría. El 10 franjeado puede, pero siempre tiene dos o tres jugadores encima. Pasó ante el Negro chaqueño, donde contabilizó sólo un remate certero al arco, que Santilli defendió bien antes de retirarse lesionado.
Tampoco encuentra juego asociado en Eluchans, Fioravanti y Rivero, los que a priori deberían gestar las ocasiones del conjunto que seguirá siendo dirigido por Zahzú. Quizá el puntaje alto del elenco misionero lo lleva el mediocampo, pero no aprueba y no está cerca de hacerlo bajo los tres palos. La falta de un arquero de renombre fue algo que se trató muchísimo durante la pretemporada: Vino el uruguayo Irrazabal y duró dos amistosos. Llegó Carlos Franco y tampoco gustó. De rebote y sobre el final de las prácticas se sumó Gastón Molina, que no salió a cortar el centro débil y dejó que Zelaya. Quizá poco pudo hacer en el tremendo remate de Passaglia para la segunda conquista, pero lo cierto es que seguridad no brindó.
Guaraní tiene un plantel corto y esta no es una primicia. Zahzú llegó hace varios meses para armar con tiempo a los que luego dirigiría. Se encontró el conjunto misionero con rivales de mucha experiencia, que por ahora se impusieron ante las ganas jóvenes de los Franjeados.

Zahzú seguirá en el cargo, pero verá este fin de semana cómo se le pueden escapar los rivales en una zona que tiene a Sportivo Patria como líder absoluto después de tres victorias en la misma cantidad de partidos. Patria, a decir verdades, tiene un plantel riquísimo en experiencia pero entrado también en años. For Ever, con un técnico conocedor de lo que juega, un cinco que distribuye y delanteros rápidos, armó un revuelo en el Clemente Argentino.
Guaraní, como incentivo, tendrá que encontrar que peor no puede estar y que lo que vendrá tendrá que servir para salir de un pozo que parecía no estar, pero que se hizo profundo en tres fechas. Ha consumido rápido el conjunto misionero su cuota de derrotas de la primera fase, aunque se puede ilusionar con los 12 que le quedan por disputar hasta determinar qué situación ocupará cuando el año termine.

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