Roberto Enriquez y sus insólitos caprichos no paran de hundir a Guaraní

Como ya se fue acostumbrando el mundo franjeado volvió a sufrir el fracaso de un total desconocido a la dirección técnica de Guaraní, esta vez se trató de Miguel Ángel Zahzú. Un hombre que fue traído por decisión pura y exclusiva del presidente franjeado y recomenandado por el supuesto manager Osvaldo Gutierrez a quien el grueso del público misionero acusa de ser el gran cáncer que tiene la institución.

Zahzú pese a tener conceptos bastantes claros y de haber demostrado en el ida y vuelta ante Crucero y en la primera fecha ante Sol, que era un técnico interesante, se fue deshilachando con el paso de las fechas.

Pero “no es la culpa del chancho sino de quien le da de comer”, dice el dicho y quedó demostrado una vez más que Roberto Enriquez maneja el club como maneja personalmente su empresa privada: no escucha, elije mal y lo mas grave de todo es que es terco y caprichoso.

Otros casos muy similares al de Zahzú, en los que Enriquez junto al pirata Gutierrez eligieron solitos y en silencio a los técnicos fue cuando trajeron a los Zucarelli, dos tipos sin ideas de nada en lo que respecta a la categoría y al club, que desembocó en el descenso al Argentino. Tampoco podemos olvidarnos de los forasteros: Mariano de la Fuente, duró 6 meses en el club y se fue por problemas familiares (?),  Luis Marabotto también no llegó al segundo semestre, Ruben Rossi, no llegó a debutar!!!!, Pomelo Ribeca (junto a Bianco los únicos aciertos) se tuvo que pelear con Gutierrez porque no aceptaba las coimas (según fuentes del club) y se fué a los 5 meses de haber asumido, Daniel Teglia, otro desconocido (el único con final feliz) pese a que después lo terminaron echando.

Tantas experiencias han demostrado que dirigir a Guaraní se necesita tener capacidad, antecedentes y además poseer conocimiento de lo que significa estar al frente de la entidad más popular de la provincia de Misiones.

El ciclo de Zhazú fue el más breve de un entrenador desde que arrancó con el gerenciamiento futbolístico que llevó adelante el propio empresario de la construcción, Roberto Enriquez en febrero de 2008.

Guaraní se encuentra hoy cerca de la zona de los equipos que bajan de categoría, esto significaría un retroceso de 20 años, la cuasi desaparición fútbolistica del club a nivel nacional, y la vuelta a la Liga local, como a fines de la década del 90.

Por el bien del fútbol misionero, del futuro del club, de los chicos que están en inferiores, de los de la reserva, de la primera local, del corazón de los hinchas que pese a los pésimos resultados, van y van, y siempre apoyan, es que Guaraní más que nunca necesita que su Presidente, deje sus caprichos de lado y que traiga un técnico ganador y sobre todo que sepa como se juega en la tercera división del fútbol argentino.

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