DEPORTES
Maradona: “Me hubiera gustado ser Riquelme, es el más grande la historia de Boca”
“Esta entrevista va dedicada pura y exclusivamente a mi nieto Benjamín…” Diego Armando Maradona acaba de llegar a Dubai luego de haber jugado el Partido por la Paz en Italia. De buen humor y con una memoria implacable, el Diez charla en exclusiva con Olé . Mañana se cumplen nada menos que 40 años de su debut en Primera División, cuando era un pibe de apenas 15 años y tenía la pilcha de Argentinos Juniors. Y habla Barrilete Cósmico…
– ¿Qué recuerdos te vienen a la mente de tu debut, en 1976?
– Ya pasaron 40 años y me acuerdo de que salí a las diez de la mañana de Fiorito con el único pantalón que tenía, que era de corderoy. Como hacía un calor bárbaro, me miraban todos en el tren, por la calle, en el colectivo. Pero bueno, era el único que tenía.
– ¿Quién supo antes que nadie que te habían citado para debutar?
– A la primera que le conté que me había citado Juan Carlos Montes fue a mi mamá, pero no sabía si iba al banco, si jugaba, si no jugaba. Tomé el tren, el colectivo 135, me bajé en el mismo lugar de siempre y fui caminando al club, porque Argentinos no concentraba en esa época. Jugábamos contra el gran Talleres de Córdoba de Valencia, Alderete, Ocaño, Oviedo, un equipazo que llenaba en todos lados. La Paternal estaba copada por los cordobeses cuando llegué. Ya en el partido, Montes dijo “prepárese, nene”, porque perdíamos 1-0. Cuando tiró eso, pensé “¿me lo habrá dicho a mí?”. Miré alrededor y no había muchos nenes, era yo. Y me puse a calentar, pero habré calentado 30 segundos, no más. Y me dijo “venga”. Y entré por Giacobetti. Y cambiamos el partido, quizá por la entrada mía, quizás porque la gente de Argentinos se sentía identificada con un jugador del club, pero igual nos ganó un Talleres arrasador. Pero el recuerdo es hermoso y gracias a Olé y a mi abogado Víctor Stinfale, quien siempre está en todos los detalles, estoy festejando mis 40 años del debut acá en Dubai, muy contento recordando tantas cosas de mi carrera.
“Me hubiera gustado ser Riquelme”
Maradona recuerda su debut en Argentinos hace 40 años y cuenta cómo hubiera sido si volvía de Europa a Boca en su mejor momento.
– ¿Te hubiese gustado jugar más tiempo en la Argentina?
– Sí, pero en esa época todos pretendían llegar al fútbol europeo. Lo que pasa es que el Flaco Menotti hizo una gran jugada cuando dijo que los pibes todavía no se iban a ir de la Argentina. Y en ese tiempo todos los presidentes de los clubes estuvieron de acuerdo porque se venía el Mundial 78, que era bravo. A mí ya me habían pedido el Arsenal, el Barsa, Sívori me quería llevar a la Juventus. Yo tenía un quilombito en la cabeza importante. Por eso cuando hablan de Maradona, hay que ser Maradona… Yo te la regalo, eh. Tomá, andá mano a mano con el arquero, siendo Maradona.
– ¿Y haber pegado la vuelta a nuestro país antes?
– A veces me pongo a pensar la suerte que tuvo Riquelme de haber vuelto con toda la fuerza a darle a Boca lo que le dio. Riquelme es el tipo que más rendimiento le dio a Boca desde que volvió. A Carlitos Tevez lo llevo en el corazón y lo amo porque lo traté, lo vi, sé sus problemas, sus virtudes, me sigo hablando con él, podría haber ido al Atlético de Madrid, al Bayern, le querían renovar en la Juventus, y sin embargo eligió Boca. Eso para el bostero no tiene precio. Por eso Carlitos es el número uno en el alma y en el corazón de Boca. Ahora lo de Riquelme fue grandioso y me hubiese gustado ser Riquelme. Imaginate en mi mejor momento en el Napoli si yo llegaba a ir a la Bombonera con la fuerza que llegó Riquelme, hubiésemos ganado tanto o más que Riquelme.
– ¿Te hubiese gustado jugar en algún club que no pudiste?
– Yo fui el autor intelectual de mi pase de Argentinos Juniors a Boca, porque en ese momento River tenía un equipazo: Aragón Cabrera, el Pato Fillol, Passarella, Luque, Alonso, todos…
– Y también te quiso llevar River en ese momento.
– Claro, yo tuve reuniones con la gente de River. Y Boca no tenía un peso. Estaba Noel de presidente y el pase lo hicimos con Crónica, que me ayudó muchísimo y me acuerdo de que nos pagaron con departamentos embargados, pero lo importante era llegar a Boca. Y después me vendieron al Barcelona, eso era historia cantada.
– ¿Entonces no te quedó ningún club pendiente?
– Pueden decir el Real Madrid, qué sé yo, cualquiera. Pero yo jugué en el Barsa. Es un equipo monstruoso. Lo que pasa es que yo tuve problemas con el presidente (José Luis Núñez), que quería ser más importante que Maradona. Y el que salía a la cancha y ponía la carita era yo. Entonces como yo le fui de frente, le puse la cara, los catalanes se quedaron sin ver al mejor Maradona, porque tuve hepatitis y la rotura del tobillo. Igual después el Barsa compró a Rivaldo, a Ronaldinho, hoy está Messi, así que tienen buen gusto.
– ¿En quién te viste reflejado siempre?
– Mundialmente en Rivelino. Yo lo veía zurdo, como yo. Hay una anécdota muy buena. A Pelé no le podían decir nada porque sabía todo, cabeceaba, pateaba, la paraba con la espalda, con el pecho, con los hombros. Entonces dicen que estaban Gérson, Rivelino y Tostao, los tres zurdos, y cuando pasó le dijeron “morocho, ¿te hubiese gustado ser zurdo, no?”. Ja, ja.
– ¿Y en Argentina?
– En el Bocha y el Beto. Para los que dicen que yo iba a ver al Bocha, es verdad, me llevaba mi cuñado el Colorado, pero iba nada más en la Copa Libertadores, no iba los domingos. Pero igual para mí el Bocha fue lo más grande. Y el Beto me encantaba cómo hacía el precalentamiento porque era todo con pelota, cómo la levantaba, la pisaba, y zurdo, por sobre todas las cosas. Bochini es derecho, pero no tocaba la pelota y los rivales caían de culo. Eso es lo que a mí me impresionaba de él. Si hubiese tenido el punch o la media distancia que tuvimos con el Beto Alonso… Creo que ahí estaba la gran diferencia. Nosotros quizás con pases de gol al lado del Bocha, con el Beto, entramos atrás, a 300 pases, lejos. Porque el Bocha no pateaba, cuando hacía un gol era sorpresa. Pero yo me veía reflejado en ellos dos.
– ¿Cuál fue tu partido más importante?
– En Argentinos el campeonato era la salvación, no irnos al descenso. Cuando vino Próspero Consoli como presidente, fui el capitán más joven, creo, de Argentinos. Tenía que ir a discutir los premios, tenía que hacer todo yo. Era todo nuevo para mí, pero los grandes me decían “andá vos nene, andá vos que le sacás algo a Consoli”. Y la verdad que me respondió muy bien. Pero todos los partidos eran importantes para ganar un punto, aunque sea de local.
– ¿Pero hay un partido que no podés olvidar?
– El más importante de mi carrera fue contra Inglaterra en México, con la Selección. También tengo un recuerdo bárbaro del Flaco Menotti de cuando nos contaba de Federico Sacchi, de un montón de jugadores que nosotros no conocíamos, porque el Flaco era un libro abierto del fútbol y eso a nosotros nos enriquecía. Entonces ahora me acuerdo del 79, cuando ganamos 3-1 la final del Juvenil en Japón, era la primera gran consagración mía con la Selección Argentina. Cuando el Flaco daba la alineación el día anterior, a uno ya se le inflaba el pecho, pensando en la familia, en los argentinos. Y ésos son los partidos que te quedan, pero tuve muchos partidos lindos.
– ¿Y la final del 86 no?
– En el 86 mi mejor partido fue contra Uruguay, sin dudas, el 1-0 con gol de Pasculli. Algunos dicen que en la final no jugué bien, la final la jugué con el corazón, como si hubiese hecho yo todos los goles. En el tercero se me prendió la lamparita y se la di a Burruchaga. Ahí quedó enganchado Briegel, que marcaba a Valdano del otro lado. Fueron muchos los partidos lindos, con Argentinos, con Boca. Una vez contra el Ferro de Griguol nos dieron un baile bárbaro en el primer tiempo. En el ST se durmió Gómez y metí la pelota entre él y Rocchia y el Mono Perotti definió prácticamente el campeonato. Ese día el Loco Gatti la rompió. Y el uruguayo Giménez nos dio un baile increíble.
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