DEPORTES
Jugó, hizo un gol y en el entretiempo se fue a laburar
Sucedió en La Pampa el último fin de semana, pero tranquilamente se asemeja con lo que afrontan los jugadores del fútbol amateur de la Tierra Colorada. Este hecho refleja lo que hacen los amantes del fútbol que se comprometen no solamente con una institución en particular sino que también con el deporte.
LA PAMPA. La sorpresa fue general cuando General Belgrano salió a jugar el segundo tiempo del partido ante Atlético Macachín. Los simpatizantes buscaban al 6, que se había destacado en una primera parte pareja, incluso haciéndose cargo de un penal clave para encaminar lo que finalmente sería un triunfo.
Franco González se paró al lado de la línea de cal, el asistente anunció el cambio y quedó flotando la sensación de una lesión del defensor que se había quedado en los vestuarios. Pero pasaron los primeros minutos del complemento y tampoco apareció en la platea ni salió a acompañar a sus compañeros en el banco de suplentes.
Como la Cenicienta a las 12 de la noche, Martín Larrea había desaparecido. Y a diferencia de la joven del cuento infantil no dejó ni un zapato olvidado en Villa Alonso. Nadie tuvo noticias de él hasta luego del encuentro, excepto sus compañeros y el cuerpo técnico, quienes sabían que el “hechizo” se terminaba a las 16.
El marcador, uno de los más experimentados de un plantel joven y que con mucho esfuerzo se metió en la pelea por los primeros lugares de la Liga Cultural de fútbol, no podía faltar a su trabajo diario (en una casa de indumentaria deportiva) y, como fue imposible adelantar el horario del partido, se comprometió a acompañar a los suyos al menos en el primer tiempo.
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