En Guaraní se siguen yendo jugadores claves y sigue sin arreglar con los refuerzos

Que 78, 88, 200 o 300. Que un equipo barato, que un técnico igual. Con la base de la Liga, reduciendo todo y apuntando a un batacazo sin armas. Guaraní, fiel a su reciente historia, parece la Selección Argentina de los Juegos Olímpicos: Jugadores no tiene. Plata, tampoco.
Depender de la AFA parece ser la única salida de un equipo que por historia se ve obligado a jugar la temporada que se viene, pero que monetariamente en condiciones no está. Es más, se ubica lejos de estarlo y por eso su presidente Roberto Enriquez pelea peso a peso en AFA, buscando aire económico, pero encerrado en esa única solución.
El lunes el plantel volvió al trabajo, con 22 jugadores y varios posibles refuerzos. Sí, posibles porque ninguno de ellos tiene contrato y todavía esperan por la reunión clarificadora con el único que toma las decisiones en el conjunto de Villa Sarita. Sí, también Roberto Enriquez.
Entonces, la Comisión Directiva de Guaraní.. ¿Para qué está? No eligieron el técnico, no buscan refuerzos, no traen ingresos al club. Si la Franja sigue dependiente de una sola persona, complicado seguirá siendo el futuro.
Guaraní no encuentra más respuestas. Si la prensa viviera de Guaraní, hace rato hubiera dejado de existir. No hay noticias claras, su técnico está esperando por “5 ó 6 refuerzos”, la dirigencia anunció “por lo menos 10”, pero a fin de cuentas muchos dejaron el club ante la nula respuesta a los llamados. El caso Casteglione debería significar un ejemplo: El defensor fue uno de los primeros que manifestó sus ganas de quedarse, pero la espera lo desesperó y en Chaco lo olieron. Lo llamó Gómez, presidente de Chaco For Ever y, con muy pocas promesas, sacó a uno de los mejores de la pasada temporada.
¿Sigue Barinaga?
Enzo Bruno se desvinculó del club, quizá por el objetivo de buscar mejores ingresos en otra liga (se habla de Ecuador), algo que siempre puede sonar fuerte en el corazón del hincha franjeado. Guaraní dependió muchísimo de Enzo Bruno en la pasada temporada. Basta con recordar la victoria sobre For Ever en la cuarta fecha, cuando tras el 0 a 0 del primer tiempo todo cambió en el complemento. Entró y mejoró la historia, el juego y las ganas.
De ese jugador se desprendió Guaraní. Sin ningún tipo de propuesta para retenerlo. Enzo Bruno se fue y no, su reemplazante no llegó. Barinaga, atento a las alarmas de esa partida, todavía no tiene claro si seguirá o no en Villa Sarita. Se entrena, pero quiere pelear por el ascenso y no siente el mismo deseo en el armado del equipo que volverá a jugar alrededor de su capacidad.
Si línea por línea se analiza el presente y el futuro, habrá que preocuparse por alguien que le pelee el puesto a Facundo Vera, el arquero local que se ganó el lugar gracias a lo malo que fue el paso de Salgueiro por esos tres palos.
En la defensa, Hereñú, Barreña y Barraza arreglaron la continuidad, así como Elián Kopp, quien se alista para ocupar el lateral izquierdo. El mediocampo, entonces, tendrá la continuidad de Leandro Fioravanti y Darío Cardozo, pero los que se fueron suman y suman. Fernández, Imbert, Ramiro González, Alexis Delgado, todos buscaron otros horizontes y los encontraron.
Arriba, con la inclusión de otro desconocido como el DT, el único refuerzo es Elvis Duré, un 9 paraguayo, traído por Zahzú.
Claro que todas estas líneas referidas al armado del plantel se deberían haber escrito hace por lo menos dos semanas, pero el presente franjeado no da para ilusionarse. Se trata de un presente urgido, lleno de reuniones en todos los ámbitos, pero sin respuestas. En Guaraní no hay plata, no hay movimientos certeros y el tiempo pasa.
Ahora bien, su hinchada, otra vez por historia y sólo por eso, volverá a pedir el ascenso, ese que se escapó por haber armado el equipo a última hora y no haber limpiado a tiempo. Otra vez.

Fuente: el show de los impactos

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